Este miércoles se publicó el informe completo del fiscal especial que investigó a Donald Trump (2017-2021) en relación al asalto al Capitolio. Este documento ofrece evidencia detallada de la supuesta conducta «delictiva» del expresidente estadounidense al tratar de cambiar los resultados de las elecciones de 2020.
Según el informe, «en colaboración con un grupo de cómplices, el acusado actuó como candidato y empleó diversas acciones ilegales para alterar, a través de fraude y engaño, el proceso gubernamental de conteo de votos, en el cual, como presidente, no tenía un papel oficial».
Además, se sostiene que Trump, actual aspirante republicano, no goza de inmunidad procesal por su fracasado intento de mantenerse en el poder. La Fiscalía busca persuadir a la jueza federal de distrito Tanya Chutkan argumentando que los delitos que se le imputan son actos privados y no oficiales, lo que permitiría que permanezcan como parte de la acusación a medida que el caso avanza. La Fiscalía afirma: «A pesar de que el acusado era el presidente en funciones durante los actos de conspiración, su plan era esencialmente privado». Al respecto, añade que «tras perder las elecciones de 2020, recurrió a actividades ilícitas para mantenerse en el cargo». Entre las acciones denunciadas está el intento de convencer al ex vicepresidente Mike Pence para que se opusiera a la certificación del conteo electoral el 6 de enero de 2021. El informe incluye pormenores de las conversaciones mantenidas entre Trump y Pence, incluyendo un almuerzo privado el 12 de noviembre de 2020, donde Pence «reiteró una posibilidad para mantener la imagen de Trump».
«No te rindas, pero acepta que el capítulo ha concluido», le comentó. En un almuerzo confidencial días después, Pence instó a Trump a reconocer los resultados de las elecciones y a lanzarse nuevamente en 2024. «No estoy seguro, 2024 está muy a la distancia», replicó el exmandatario. Luego, Trump «desestimó» a Pence «de la misma forma que desoyó numerosas resoluciones judiciales que desestimaron de forma unánime sus demandas legales y las de sus cómplices. También pasó por alto a los funcionarios de los estados involucrados, incluidos los de su propio partido, quienes afirmaron públicamente que había perdido, subrayando que sus acusaciones concretas de fraude eran infundadas», señalaron los fiscales. El «flujo incesante de desinformación» proporcionado por Trump durante las semanas posteriores a las elecciones culminó en su discurso en la Elipse la mañana del 6 de enero de 2021, en el cual Trump «explotó estas falsedades para avivar y galvanizar a la multitud enojada de sus seguidores a dirigirse al Capitolio y alterar el proceso de certificación», añadieron.
