Categorías: Crónica
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1 octubre, 2024 8:37 am

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El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) es un problema de salud que altera la capacidad de los niños para comunicarse e interpretar el lenguaje, causando efectos en su desarrollo emocional y social. Recibimos la opinión de Virginia Estremera, una experta en logopedia en El Cole de Celia y Pepe, un establecimiento de enseñanza especializada, quien expuso que el diagnóstico temprano y la intervención terapéutica adecuada pueden cambiar de manera positiva la vida de los niños afectados por el TDL.

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Entonces, ¿qué es exactamente el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y cómo se aparta de otras afecciones del habla o del lenguaje? La revisión DSM-5 deja fuera la etiqueta «específico», ya que investigaciones actuales sugieren que este trastorno no se limita a afectar el lenguaje, sino que los niños también experimentan problemas en otras áreas, incluyendo memoria, atención y desarrollo motor.

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A partir de ahora, nos referiremos a este trastorno como Trastorno del Lenguaje o Trastorno del Desarrollo del Lenguaje, TL/TDL. Según el DSM-5, el TL se define como “una presencia constante de dificultades en la adquisición y uso del lenguaje, consecuencia de la carencia en la comprensión o producción de palabras, oraciones, estructuras o narración, tanto en comunicación oral como escrita, que no puedan ser vinculadas a un deterioro auditivo o sensorial, a un trastorno motor, o a otra enfermedad médica o neurológica, y que no puedan ser mejor explicadas por un problema intelectual”. Además, el TDL puede afectar otras áreas del desarrollo del niño, como las habilidades sociales, emocionales y académicas.

El habla, definida como la producción de sonidos utilizados para la comunicación, comprende la articulación, la fluidez, el sonido y la calidad de resonancia, y está asociada con otros trastornos aparte del TDL, tales como la disfonía, la disfemia (tartamudez) o los trastornos de los sonidos del habla (TSH).

¿Cuáles son las primeras señales a las que deberían prestar atención los padres y los maestros para identificar posibles problemas asociados con TDL en un niño? Los niños con TDL a menudo comienzan a hablar más tarde de lo normal. Algunos no pronuncian sus primeras palabras hasta los 2 años y/o no articulan frases de dos palabras hasta los 3. A medida que adquieren el lenguaje, se nota que estos niños tienen problemas para comunicarse de forma verbal y, a veces, utilizan gestos y sonidos para hacerse entender. Además, estos niños también pueden tener problemas para entender el lenguaje y les resulta difícil interpretar los mensajes verbales, por lo que muchas veces necesitan recurrir a información visual del entorno para tratar de comprender lo que se les está diciendo. En conclusión, los niños con TDL presentarán un vocabulario limitado, una estructura gramatical simplificada o incorrecta para su edad y un discurso alterado, especialmente en la narración.

Si se sospecha de problemas en la comprensión y expresión, es crucial realizar un diagnóstico diferencial y descartar cualquier complicación sensorial, motora o cognitiva (como hipoacusia, retraso global o discapacidad intelectual).

¿A qué edad se suele diagnosticar el TDL y por qué es crucial una intervención temprana en estos casos? En etapas muy tempranas, si la comunicación está severamente comprometida, el TDL puede ser confundido con el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Además, después de los primeros años, podríamos estar enfrentando un caso de Retraso Simple del Lenguaje que sí mejorará con el tiempo. Alrededor de los 3 años se podría comenzar a distinguir este trastorno de otros y, entre los 4 y 5 años, es posible realizar un diagnóstico confiable. Es decir, es esencial descartar otros trastornos para llegar al diagnóstico de TDL.

Un tratamiento temprano para estas dificultades será de gran apoyo para que el infante avance en la obtención del lenguaje, proporcionándole recursos para cultivar una comunicación más eficaz y sentar los cimientos para futuras intervenciones en distintos contextos. Esto no significa que el problema se disolverá a medida que los niños crezcan, sino que el tratamiento puede hacer que las dificultades sean menos notorias, dándoles estrategias para superar sus problemas, dado que estos evolucionan con su crecimiento.

¿Cómo los logopedas llevan a cabo la evaluación y diagnóstico para validar un caso de TDL? La confirmación de un TDL requiere primero descartar cualquier otra enfermedad, es decir, es esencial llevar a cabo un diagnóstico diferencial. Por lo tanto, la evaluación debería realizarse por un conjunto de expertos que incluya médicos y psicólogos, además de logopedas. Esto implicará observaciones directas, entrevistas y cuestionarios a los padres y/o profesores, junto con pruebas normalizadas.

¿Cómo estas dificultades interfieren en su evolución emocional? El desarrollo del lenguaje y la evolución emocional y social están estrechamente relacionados. Las dificultades para comunicarse generan problemas emocionales, ya que somos seres sociales por naturaleza. Los niños con TDL pueden experimentar más preocupaciones, temores y menor autoconfianza en comparación con sus pares y pueden presentar dificultades para controlar sus emociones. Se observa que estos infantes tienen más berrinches y menor tolerancia a la frustración. Así, cuanto mejor sea su vocabulario y lenguaje, tendrán más recursos para manejar sus emociones.

¿Cuáles son los métodos de terapia y tácticas más efectivas para mejorar las capacidades comunicativas de individuos con Trastorno del Lenguaje/Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TL/TDL)? Aunque el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje no tenga una solución definitiva, existen diversas técnicas y terapias que pueden optimizar las habilidades comunicativas y sociales de quienes lo padecen. En ciertos casos, se podría requerir la mezcla de sesiones de logopedia con otras intervenciones, tales como la terapia ocupacional o la psicología.

Para los niños en edad escolar, el tratamiento puede enfocarse en la comprensión de las indicaciones en el salón de clases, lo que implica asistencia con dificultades como: adherirse a las instrucciones, entender el significado de vocabulario nuevo, ordenar y programar la información, mejorar las destrezas de hablar, leer y escribir. Los adultos podrían necesitar ayuda para aprender terminología técnica o mejorar las habilidades de redacción laboral.

¿De qué manera pueden las familias o los entornos escolares ayudar en el tratamiento del TDL y estimular el progreso del lenguaje? El ambiente en el que niños y adolescentes crecen y se desarrollan es crucial, por lo que los padres y maestros desempeñan un papel significativo en el desarrollo emocional y lingüístico de los menores. Se deben fomentar los espacios para el desarrollo del lenguaje de forma divertida y situaciones emocionales, ya sea por medio de narraciones, cuentos o caricaturas.

Es vital mantener una colaboración entre la escuela, el hogar y los terapeutas para incrementar el progreso de los niños/as. En la escuela, aquellos con TDL pueden beneficiarse de modificaciones curriculares y pedagógicas para mejorar su aprendizaje, como el uso de herramientas visuales o auditivas, o la implementación de programas de asistencia educativa.

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