¿Qué implica la etiqueta de torero de Madrid? Figuras como Curro Romero y Rafael de Paula han conseguido tal título. Antonio Bienvenida ha sido quien más ha toreado en Las Ventas y un ejemplo emblemático sería Antonio Chenel, conocido como Antoñete.
La contestación a esta pregunta no es sencilla, incluso puede generar polémica entre los expertos taurinos, especialmente con la llegada de la Feria de Otoño.
Las Ventas se llenará como no lo ha hecho en los últimos 15 años, con una cantidad récord de suscripciones.
Entre los matadores que se presentarán incluyen varios favoritos locales, tales como Paco Ureña y Emilio de Justo. Son dos ejemplos que representan lo que significa ser un torero de Madrid, no por su nacionalidad sino por la conexión que tienen con el público. Ureña es oriundo de Lorca y De Justo nació en Torrejoncillo (Cáceres), sin embargo, han logrado identificarse con la audiencia de Las Ventas más allá de sus raíces.
El caso de César Rincón, que nació en Bogotá, y se considera un torero de Madrid, es bastante significativo. Pero no todos los toreros nacidos en Madrid han logrado ganar ese título. Un caso notable es El Juli, una figura superior de la tauromaquia, quien ha sido aceptado en Sevilla pero es a menudo el objetivo de críticas en Las Ventas.
Las Ventas es conocida por desconfiar de los grandes espadas, a los cuales someten a prueba y a menudo los tilda de impostores. Prefieren figuras menos conocidas, de culto, como Uceda Leal, quien se considera más popular que Roca Rey, como si la plaza necesitara crear contrapartes a las personalidades de mayor importancia. Esta dinámica se pondrá a prueba en la próxima Feria de Otoño, donde el torero peruano está anunciado.
El 6 de octubre, consciente de la hostilidad que le aguarda, especialmente con Paco Ureña liderando el trío, hace su aparición en el tendido siete, un tótem lleno de tribulaciones. Es cierto que la combatividad de las gradas suele incitar el orgullo de los toreros, pero es sorprendente la impredecibilidad de cómo la primera plaza del mundo corona y destrona a sus favoritos. Por ello, resulta especialmente difícil responder a la pregunta inicial del texto: ¿Qué implica ser torero en Madrid? Podemos concluir que la distinción se conquista a través de la pureza y autenticidad, y que la tauromaquia estética y distante también ha sido un punto en común para los toreros madrileños.
Este hecho se evidencia en el caso de Curro Vázquez, originario de Linares, un exponente del toreo de alta calidad, y además en el de Luis Francisco Esplá, quien ha cautivado con una tauromaquia completa en Las Ventas. A pesar de que las grandes figuras pocas veces han pertenecido al Olimpo venteño, los casos de Paco Camino, El Viti y José Tomás aportan excepciones a los dogmas locales y alteraciones significativas. Curro Romero y Rafael de Paula también han sido toreros muy representativos de Madrid. Ninguno ha toreado más en Las Ventas que Antonio Bienvenida.
Probablemente, el caso más representativo y simbólico de un torero madrileño es Antonio Chenel, Antoñete. La plaza de Madrid le debe un monumento en el perímetro de Las Ventas, al igual que Antonio Bienvenida, Luis Miguel y El Yiyo, tanto por sus hazañas pasadas – la faena al toro blanco de Osborne (1966)- como por el estímulo que supuso su reaparición en los años ochenta, cuando fue idolatrado por los impulsores de la movida y los rapsodas del punk. Antoñete fue un torero de varias eras y generacional.
Antoñete, un icono madrileño que pasó su infancia en Las Ventas, obtuvo honores póstumos cuando se organizó una capilla ardiente en la plaza en 2011 para despedirlo. Este torero poseía una elegancia y presencia única, además de ser un experto en el manejo de la distancia y el terreno. Su tauromaquia esencial y pura se caracterizó por su larga natural, su derechazo profundo y su media verónica abelmontada. Manolete fue el que más le impactó, mientras que Rafael Ortega fue su mayor influencia. Y no hubo otra arena como Madrid que le resultara más desafiante y al mismo tiempo leal. ¿Qué significa ser un torero de Madrid? Aunque pueda parecer una pregunta simple para los que no están familiarizados con la tauromaquia, provoca un debate entre los conocedores del tema, especialmente en vísperas de la Feria de Otoño.