Donald Trump continúa con esfuerzos persistentes para obtener su reelección como presidente de los Estados Unidos, tras un periodo de cuatro años. Su estilo populista permanece, deleitando a sus seguidores. La última incidencia tuvo lugar este sábado, cuando Trump visitó Tuscaloosa para ver un juego de fútbol americano entre el Crimson Tide de la Universidad de Alabama y el Bulldogs de la Universidad de Georgia.
Una multitud ansiosa esperaba la llegada del candidato republicano. Trump sorprendió a muchos con su acto tras llegar al estadio. El magnate se dirigió a una de las casetas de comida rápida del estadio, donde compró varias cajas de tiras de pollo frito y luego las lanzó entre la muchedumbre de sus seguidores.
Las críticas surgieron por la presencia de Trump en el estadio Bryant-Denny, que cuenta con una capacidad para más de 100,000 espectadores, tras la reciente noticia de dos intentos de asesinato en su contra. A pesar de esto, Ronald Rowe, el director interino del servicio secreto, aseguró que su equipo ‘está preparado para proporcionar un entorno seguro para aquellos a quienes protegen’.
