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Este fin de semana, nuestro planeta Tierra experimentará un fenómeno espacial poco común: tendrá ‘dos lunas’. Aquí te explicamos cómo presenciar este insólito evento celestial

Nuestro planeta está a punto de tener una nueva ‘mini-luna’, llamada 2024 PT5, un asteroide menudo que se mantendrá en nuestra órbita debido a la influencia gravitacional de la Tierra durante aproximadamente dos meses. Este evento infrecuente tiene lugar cuando un objeto del cinturón de asteroides de Arjuna se acerca lo suficiente a nosotros y queda vinculado de manera transitoria a nuestra órbita.

A diferencia de la Luna que ha estado con nosotros durante miles de millones de años, 2024 PT5 hará un rápido viaje a través de nuestra órbita antes de volver a su hogar, el ya citado cinturón de asteroides que gira alrededor del Sol.

Sin embargo, la retención momentánea de este objeto nos debe hacer reflexionar sobre las inciertas dinámicas del espacio inmediato. Según cálculos de la NASA, su ‘segunda luna’ será atrapada este domingo, 29 de septiembre. La ‘mini-luna’ 2024 PT5 es un hallazgo español. Fue detectada por una brigada de científicos de la Universidad Complutense de Madrid, especialistas en este tipo de sucesos, que rastrean constantemente objetos cerca de la Tierra en busca de movimientos inusuales. Mediante la utilización de tecnología avanzada para la observación astronómica, los expertos pudieron determinar las dinámicas del asteroide, facilitándoles prever su captura transitoria por la gravitación de la Tierra. Las herramientas usadas en esta revelación contienen telescopios dotados con sensores CCD y CMOS de alta sensibilidad, que permiten ver objetos estelares que los telescopios convencionales no pueden captar. Estos artefactos han sido fundamentales para monitorizar de cerca el recorrido de 2024 PT5 y anticipar su captura por la Tierra, un suceso que ocurre varias veces por década. ¿Cómo se podrá apreciar la ‘mini-luna’ 2024 PT5 desde nuestro planeta?

El visitante espacial que se acerca es miembro del cinturón de asteroides de Arjuna, una cadena secundaria de asteroides compuesta por rocas espaciales que mantienen una trayectoria muy parecida a la que tiene la Tierra en relación al Sol, aproximadamente a 150 millones de kilómetros de distancia, explica Carlos de la Fuente Marcos, autor principal del estudio y profesor en la Universidad Complutense de Madrid, a Space.com. A pesar de que la situación de la ‘mini-luna’ es intrigante, lamentablemente, la mayoría de la gente no podrá observar a 2024 PT5. Debido a su pequeñez y escaso brillo, este asteroide es demasiado débil para ser observado a través de telescopios ordinarios o binoculares, comenta De la Fuente. No obstante, los astrónomos con instrumentos específicos sí son capaces de verlo. Para ello, es necesario un telescopio con diámetro mínimo de 30 pulgadas, además de un detector CCD o CMOS. Estos equipos permiten a los astrónomos capturar la luz tenue del asteroide y seguir su efímero paso alrededor de nuestro planeta. Acechando el infinito con tecnología avanzada. Es imprescindible contar con telescopios de alta precisión para observar fenómenos como las mini-lunas. Los dispositivos CCD (Dispositivos de Carga Acoplada) o CMOS (Semiconductores Complementarios de Óxido Metálico) permiten hacer imágenes de objetos cósmicos extremadamente lejanos o débiles. A diferencia de los telescopios tradicionales que dependen de la observación directa a través de lentes, estos detectores transforman la luz en señales electrónicas que luego son interpretadas por ordenadores para generar imágenes detalladas. Esta revolucionaria tecnología ha alterado la forma en que los astrónomos observan el espacio profundo y les permite descubrir objetos como 2024 PT5. Acerca el futuro del asteroide 2024 PT5.

Luego de su efímero desempeño como miniluna, 2024 PT5 retomará su trayecto habitual alrededor del Sol, integrándose nuevamente en el cinturón de asteroides de Arjuna, cuya ruta es similar a la de la Tierra. Esta situación no es única, ya que la Tierra ha capturado objetos temporalmente en ocasiones anteriores, aunque raras veces logran completar una órbita completa antes de ser despedidos por la influencia gravitacional del Sol. Conforme la tecnología astronómica continúa avanzando, se espera que se puedan identificar más casos como este, incrementado así nuestra comprensión acerca de las características dinámicas de los asteroides y su relación con la órbita terrestre.

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