El renovado manantial más elevado de La Granja de San Ildefonso, según el plomero que lideró la restauración, es como un sueño hecho realidad. Dentro del complejo escultórico del siglo XVIII, la Fuente Andrómeda no funcionaba desde hace ocho décadas, pero este año se le ha devuelto la vida tras una serio periodo de trabajos de rehabilitación.
Luis Vallejo, el principal encargado del Patrimonio Nacional del Palacio de La Granja en Segovia, y su grupo de 15 colaboradores invirtieron tres años en la restauración de uno de los principales puntos de interés de este famoso jardín con 26 conjuntos escultóricos, todos centrados en la mitología clásica.
Después de un exhaustivo proceso de restauración que abarcó tres años, se pudo rescatar la Fuente Andrómeda, que había estado inactiva durante ochenta años. Los expertos trabajaron en el sistema de tuberías y válvulas original del siglo XVIII. Tallada en plomo por el artista René Frémin, la Fuente Andrómeda es la última de una serie de fuentes que adornan el diseño original del jardín, comenzando desde la fachada principal del palacio. Con una altura de 1.209 metros sobre el nivel del mar, es el punto más alto de los jardines de La Granja. Dispone de un chorro principal que sale de la boca del dragón y se eleva por encima de 30 metros, una maravilla visual que ha podido ser restaurada gracias al esfuerzo y la pasión de Luis Vallejo, quien ha completado con éxito la restauración en el tercer centenario de este majestuoso palacio. Este proyecto, en el que el agua ha sido la protagonista, ha supuesto un reto considerable debido a su magnitud. “La idea de restaurar la Fuente Andrómeda fue un desafío absoluto. Un desafío que ha durado tres años.
Luis Vallejo ha dedicado tres años de su existencia a trabajar en el corazón de la Fuente. Este espacio diminuto albergaba 50 conductos internos y uno gigantesco que lanzaba el chorro principal, la naturaleza de este trabajo dificultaba enormemente su rehabilitación, como lo relata el propio Vallejo. Su familia ha estado ligada al Palacio de La Granja de San Ildefonso por generaciones, ya que su abuelo y padre también ofrecieron sus servicios a Patrimonio Nacional. Vallejo ha heredado la devoción por este arte y ahora se empeña en impartir esta pasión a los nuevos fontaneros reales. “Echamos el cuero y las energías en cada soldadura, cada una lleva una parte de nosotros”, cuenta con emoción. Asegura que, aunque otros sistemas escultóricos reciben mantenimiento regularmente, este representaba un desafío por encontrarse inactivo por 80 años: «Fue una restauración total, una restauración hidráulica, un sueño hecho realidad para cualquier fontanero de Patrimonio Nacional». En el centro del estanque, la estatua de la fuente evoca el salvamento de Andrómeda. Según la leyenda, Perseo impidió que la princesa sea devorada por una criatura enviada por Poseidón. La fuente retrata el momento en que el héroe mata al monstruo – simbolizado como un dragón – enseñándole la cabeza de Medusa para paralizarlo. Varios orificios adornan el cuerpo del dragón, estos representan las heridas provocadas por Perseo y además sirven como surtidores de agua. Esto le confiere a la Fuente de Andrómeda una singularidad inusual, los surtidores generan un velo de agua. La restauración de la obra se inició en los depósitos, que aún operan como en el siglo XVIII y en particular, en sus válvulas de apertura a las que nos referimos como sopapos.
«Comenzamos con la restauración, trabajando en los tapones y los sopapos para que funcionen correctamente de nuevo», dice. También se hicieron reparaciones en las válvulas de apertura de puentes, anteriormente conocidas como machos. «Es una pieza troncocónica que, según cómo la gires, permite el flujo del agua. Son similares a las llaves de corte rápido. Imagina una llave de corte rápido de tu casa que pesa 20 gramos, 30 gramos. Nuestras llaves pesan 1.400 kilos», señala Vallejo. El rey Felipe VI inclusive manipuló una de estas llaves durante su visita oficial al Palacio de la Granja el pasado junio. «Con un solo movimiento, la accionó», recuerda Vallejo, presencial en ese momento.
Después de trabajar en ello, el equipo de restauración se enfocó en los tubos de hierro fundido por donde el agua circula. Una vez mejorado este sistema hidráulico, giraron su atención hacia las esculturas que adornan la fuente y que necesitaban un nuevo recubrimiento de pintura. Interesantemente, sólo el Encargado General de Patrimonio Nacional, en este caso Luis Vallejo, conoce la fórmula de esta pintura. «Al llegar mi retiro, una de las cosas que debo hacer es enseñarle a mi sucesor», aclaró.
«Imagina la responsabilidad de que cada chorro sea una gota de cristal. Y presta atención a lo que digo con eso: todo formará parte de la escultura, de la escultura en agua. Crearemos esculturas, tendremos una escultura de plomo y luego haremos una escultura en agua. La fuente siempre trabajará a través de mis ojos», declara Vallejo. El agua de la fuente puede alcanzar hasta 30 metros de altura, quedando solamente detrás de los 47 metros alcanzados por la Fuente de la Fama, que se activa cada vez que el rey visita este palacio.
Así, desde 11 kilómetros de distancia, los habitantes de La Granja y sus cercanías pueden percibir la presencia del monarca en su localidad. En los próximos días, está programada una visita de los responsables del palacio francés de Versalles al Palacio de la Granja de San Ildefonso con el objetivo de observar las técnicas de restauración de los grupos escultóricos locales. Muchas veces se ha comparado La Granja con Versalles, pero hemos descubierto que La Granja pertenece a un nivel diferente. “Competimos en la Champions League del Agua», afirmó Vallejo, agregando: “Es sorprendente para los trabajadores de Versalles que un pequeño pueblo español haya logrado mantener su sistema hidráulico original del siglo XVIII, considerado el mejor del mundo en su época. Curiosamente, este sistema se encuentra aquí en España, en un pequeño pueblo llamado La Granja de San Ildefonso”. Durante tres años, Luis Vallejo, el encargado general del Patrimonio Nacional del Palacio de la Granja de San Ildefonso, en Segovia, y su equipo de 15 personas, han dedicado su esfuerzo para restaurar una de las fuentes de este jardín emblemático, donde se encuentran 26 grupos escultóricos, todos basados en la mitología clásica. Después de 80 años sin funcionar, la Fuente de Andrómeda ha sido restaurada tras un intenso proceso que duró tres años, en el que se reparó también el sistema original de válvulas y tuberías del siglo XVIII.
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