No es correcto atribuir el éxito o fracaso académico de un estudiante únicamente a los políticos: la número de libros en un hogar puede también ser un factor significativo. Implicar que todo el peso de la educación recae en la figura política de turno es un malentendido.
Hacen uso de los datos académicos para atacar a los oponentes o sustentar su administración. En realidad, la dependencia no se encuentra solamente en sus manos. Cada vez que se lanza un informe sobre la educación, España muestra su preocupación.
Los hallazgos acaparan titulares y los progenitores tienen suficientes temas de conversación durante semanas en el portón de la escuela. Dependiendo de los resultados revelados, los políticos emplean la oportunidad para desacreditar a la oposición o autoenaltecerse. Consideran dicho análisis como si fuera una verdad incuestionable, ignorando, por ejemplo, el rango de error estadístico que PISA advierte anualmente. En la última edición publicada en 2023, el país registró los peores rendimientos de su historia en áreas como Matemáticas o Lengua Castellana. No obstante, Castilla y León se destacaba a nivel nacional. De pronto, los niños de Castilla y León parecían mucho más inteligentes que los de Andalucía o Ceuta. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se enorgulleció de poseer «la mejor educación de España» y una de las «mejores del mundo». Por otro lado, la Ministra de Educación, Pilar Alegría, admitió que el Gobierno no estaba «satisfecho» con el resultado. Y señaló a los gobiernos del Partido Popular como en parte responsables. La oposición, a su vez, enfatizó que la aplicación de la LOMLOE había sido un desastre para la educación española. Sorpresivamente: ninguna de esas afirmaciones era correcta. El sociólogo Jesús Rogero y el profesor Daniel Turienzo optaron por sentarse, investigar, leer y redactar sobre este asunto.
Los autores de Educafake, un libro que desacredita 50 creencias erróneas sobre el sistema educativo español, sostienen que el problema de la educación no recae únicamente en los políticos. Publicado el 9 de septiembre, este libro considera que esta perspectiva es simplista, equivocada y manipuladora. Entonces, si los políticos no son los únicos culpables, ¿quiénes son?
Según ellos, hay tres razones para no atribuir toda la responsabilidad a la política. Existe una serie de factores que van más allá de los resultados básicos del sistema educativo y que a menudo se pasan por alto en el análisis: el entorno laboral (cuánto más cualificado sea el trabajo, mayor será la probabilidad de que la gente se educará), la deserción escolar y el historial familiar.
Por ejemplo, las tasas de deserción escolar están fuertemente vinculadas a la educación de la población adulta. Esto significa que el nivel de educación de los adultos mayores afectará el futuro educativo de los más jóvenes. «La educación es una cosa acumulativa. Las generaciones educadas transmiten esto a sus hijos», dice Turienzo.
No se puede controlar de inmediato la educación actual de los adultos. «Parte de su progresión está más allá de su capacidad de intervención», se lee en el libro.
La estrecha relación entre la formación de los adultos y la deserción escolar temprana se puede demostrar con datos. El abandono temprano de la escuela ha disminuido desde 2005, pasando de un 32% en ese año a un 12% en la actualidad. Se observa una tendencia similar con la educación adulta. Según el último informe del Ministerio de Educación, el porcentaje de adultos españoles de 25 a 64 años que no terminaron la secundaria ha disminuido del 45.3% en 2012 al 35.8% en 2022.
En la sociedad actual, se observa que las familias poseen cada vez más conocimientos generales, ilustrando así que la educación no sólo depende del sistema educativo, sino también de la sociedad en su conjunto, como se narró en una entrevista periodística. Estos conocimientos pueden ser influenciados por factores tales como los libros disponibles en el hogar, lo que refuerza la idea de que no es la mera presencia de objetos materiales lo que importa, sino la oportunidad de acceder a la lectura. Según el Mapa del abandono Educativo Temprano en España publicado por la Fundación Sociedad y Educación en 2021, el contexto socio-cultural del hogar tiene un fuerte impacto en la demanda de escolarización, en particular con respecto a la educación de los padres y la decisión de realizar estudios post-obligatorios.
Un declive en el rendimiento educativo detectado en algunas regiones de España se atribuyó a la implementación de la Ley LOMLOE, también conocida como ley Celaá. Sin embargo, esta norma no se aplicó de manera consistente en todas las Comunidades Autónomas ni en todos los cursos. Según Turienzo, los efectos de esta legislación no son inmediatos, ya que no sólo se necesita tiempo para su implementación, sino también para que sus efectos comiencen a ser evidentes, un proceso que puede llevar años.
El Informe PISA tiene un papel destacado en este contexto. Gita Steiner-Khamsi, experta en políticas educativas globales y profesora de la Universidad de Columbia, señaló en la Universitat Autónoma de Barcelona que los resultados de este informe pueden tener un impacto en las futuras políticas educativas. Alegó que mientras algunos utilizan estos resultados para ejercer presión hacia la reforma, otros los usan para movilizar más recursos y apoyo para el sector educativo. Por ejemplo, Alemania usó estos resultados para aumentar la presión para identificar y resolver las deficiencias de su sistema educativo.
En España, la responsabilidad principal de las políticas educativas recae en el Gobierno central.
Las grandes políticas educativas, como la reconocida Ley LOMLOE, se gestan en el seno del gobierno nacional. Sin embargo, la responsabilidad de su aplicación práctica recae sobre las Comunidades Autónomas. Rogero señala que, aunque la responsabilidad es conjunta entre el gobierno y las regiones, es en estas últimas donde su impacto es más significativo. Las comunidades definen un segmento crucial del currículo y deciden el grado de financiación de la educación. Existen también diferentes métodos o enfoques educativos en cada institución. Rafael Feito, doctor en Sociología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, menciona como ejemplo el colegio Trabenco de Leganés, pionero en su modalidad educativa sin libros de texto. Sin embargo, no todos los profesores están especializados para enseñar sin esta herramienta. Para Feito, el problema fundamental de la educación en España es «sistémico». El doctor argumenta que aunque existe responsabilidad política, el sistema de acceso a la profesión docente también es parte del problema. A su juicio, el proceso de selección de los profesores debería ser más riguroso. «Hay muchos profesionales de la enseñanza, pero no todos son buenos docentes», puntualiza. Igualmente, Feito insiste en que educación va más allá de lo aprendido en los centros escolares. Los recursos en casa como libros e internet juegan un papel importante, así como el entorno cultural del estudiante. Y, a fin de cuentas, en España todavía resulta beneficioso estudiar. Feito recuerda el aprendizaje colectivo de la época dorada de la construcción en España, donde muchos optaron por el trabajo en lugar de la educación. «Hoy en día, para tener posibilidades de integración en el mundo laboral, es necesario poseer un Bachillerato o un grado medio», reflexiona.
Según un informe de la OCDE, en España un 61,2% de los individuos entre 18 y 24 años se están educando. Hay un 21,6% que no están en la escuela pero sí tienen un puesto de trabajo. Sin embargo, un 17,2% no está trabajando ni estudiando. El autor del libro precisa que en España, la educación es rentable pues hay una correlación entre los estudios y los ingresos. Sin embargo, aclara que ciertas carreras tienen mayor potencial de ingresos que otras.