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La influenza regresa: es esencial que nos preparemos para unos meses complicados

Con el arribo del otoño, experimentamos una notable reducción en el tiempo de luz diurna, y nos acostumbramos al cambio de reloj para adecuarnos a la programación de invierno. Este ajuste de tiempo, que implica restar una hora, permanecerá efectivo hasta marzo cuando llegue la primavera.

Aunque es una práctica anual, la pregunta frecuente sigue siendo: ¿debemos retrasar o adelantar el tiempo?
En España, al igual que en otros países europeos que también modifican su horario para el invierno, este cambio sucede en octubre. Específicamente, ocurre durante el último fin de semana, lo que significa que este año se llevará a cabo en la madrugada del sábado 26 al domingo 27.

Será en este horario cuando todos los relojes sean ajustados una hora atrás, es decir, las 3:00 a. m. se convertirán en las 2:00 a. m. En consecuencia, el domingo 27 de octubre tendrá oficialmente una duración de 25 horas.
A pesar de este ajuste, no será necesario cambiar manualmente el tiempo en todos los equipos. Solo los relojes analógicos o digitales no vinculados a la red tendrán que ser ajustados, a diferencia de los smartphones, ordenadores, tabletas y televisores inteligentes (Smart TV).
Estos últimos dispositivos, gracias al protocolo de red NTP (Network Time Protocol), hacen el cambio de forma automática, sincronizando los relojes de los sistemas informáticos a través de una red de datos con latencia variable.
Además de disfrutar de una hora adicional de sueño en la noche del 26 al 27 de octubre, retrasar nuestros relojes una hora ese fin de semana alterará también las horas de luz que tendremos a partir de esa fecha. Esto significa que amanecerá y anochecerá una hora antes, con el fin de optimizar el ahorro de energía y adaptar la jornada de trabajo a las horas de luz solar disponibles.

La justificación de alterar el horario cada año enfrenta cada vez mayor cuestionamiento y rechazo por parte de diferentes naciones de la Unión Europea. La Sociedad Española de Sueño subraya las implicaciones para el sueño que puede tener adelantar una hora los relojes, pues puede alterar la exposición al sol durante el día y desequilibrar el reloj interno del organismo, lo que puede llevar varios días en ajustarse. Por esta alteración, se decidió implementar este cambio durante la madrugada de un fin de semana para permitir al cuerpo un día adicional de adaptación. No obstante, se resalta que puede ser común experimentar irritabilidad, falta de concentración, disminución en el rendimiento laboral e insomnio durante los primeros días post cambio.

Por estas razones, en 2018 se sugirió una propuesta con el objetivo de eliminar los dos ajustes horarios que ocurren anualmente. A pesar de esto, el Consejo Europeo aclara que no se ha llegado aún a una conclusión definitiva en torno a la medida y no existe ningún plazo establecido para dicha decisión.

En el caso específico de España, el Real Decreto 236/2002, que fue publicado en el BOE en 2022, establece y define el calendario de las fechas de inicio y finalización del horario de verano para los siguientes cinco años, lo que descarta la perspectiva de cambios significativos en este aspecto, al menos, hasta el año 2026.

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