Categorías: Crónica
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28 septiembre, 2024 3:07 am

Israel lanza un ataque contra la sede principal de Hezbolá

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El aumento de los ataques aéreos de Israel contra Líbano ha sido calificado de «desastroso» por las Naciones Unidas el pasado viernes, señalando que el país experimenta el periodo más violento que ha vivido en los últimos años. Este incremento alarmante en la violencia ha generado preocupación sobre una posible ampliación del conflicto y el inicio de una guerra de gran envergadura en el Medio Oriente.

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«La situación es desastrosa. Asistimos al periodo más letal en la historia reciente de Líbano, y muchos temen que esto solo sea el comienzo», afirmó Imran Riza, coordinador humanitario de la ONU en Líbano. Destacó que la crisis también ha impactado a la propia ONU, tras la lamentable muerte de dos miembros del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el hijo de uno de ellos.

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Riza explicó que «durante casi un año, los habitantes, sobre todo aquellos del sur de Líbano, han vivido aterrados, inseguros sobre lo que podría suceder en el futuro». Muchos expresaron sus temores de vivir una situación similar a la de Gaza y nosotros, en el último año, instamos a las partes en conflicto a aliviar la tensión para prevenir tal escenario, añadió. «Desgraciadamente, en solo unos cuantos días, cientos de miles sienten ahora que están enfrentándose a una situación parecida. El incremento de la violencia ha llegado a áreas que habían sido previamente libres de conflictos, lo que ha resultado en la destrucción de casas e infraestructuras por todo el país», informó. «En menos de una semana, al menos 700 vidas se perdieron, miles resultaron heridas y casi 120.000 personas fueron desplazadas en solo unas horas. Y estas cifras continúan creciendo», recalcó Riza, alegando que la ONU y sus asociados están trabajando con las autoridades libanesas para «apoyar en los esfuerzos de respuesta».

Riza ha destacado que el sistema de salud ya está excedido en capacidad y advirtió que la explosión de un gran número de dispositivos de comunicación la semana anterior prácticamente ha agotado los suministros médicos. Además, manifestó la lucha del sistema para cubrir las crecientes necesidades con recursos limitados en medio de la reciente escalada, con los hospitales al borde de su capacidad. También indicó que cerca de 80.000 desplazados son albergados en aproximadamente 500 refugios, incluyendo 300 escuelas. Esto afecta a la educación de más de 100.000 estudiantes.

Riza señaló también la escasez de abastecimiento en áreas como la reparación de refugios, combustible y coordinación, y reiteró la imperante necesidad de proteger a los civiles. Expresó su convicción de que la infraestructura civil no debe ser atacada y que se debe garantizar la seguridad del personal de la ONU y sus propiedades. También resaltó la necesidad de respetar el Derecho Internacional.

No obstante, Riza también reconoció la incertidumbre del futuro y subrayó la urgencia de un alto el fuego inmediato, ya que la región no puede soportar más violencia. Concluyó señalando que, aunque las hostilidades se detuvieran, las repercusiones de la violencia requerirán una respuesta humanitaria masiva y coordinada para abordar el desplazamiento masivo, la reconstrucción de la infraestructura crítica y la restauración de los servicios esenciales.

UNICEF ha expresado tristeza al constatar que los ataques desde Israel han causado diariamente más muertes de niños que las del conflicto entre Israel y Hezbolá en 2006. De hecho, el número es más del doble que el de esa guerra. «Con cada día que pasa, la devastación se intensifica y las tragedias se acumulan», dijo Edouard Beigbeder, el representante de UNICEF en Líbano. Añadió que los ataques están asesinando y lastimando a los pequeños a un ritmo alarmante, impidiendo cualquier sentimiento de seguridad.

Además, la organización destaca que la tensión actual se suma a la precaria situación de miles de familias por crisis anteriores, como la explosión del puerto de Beirut en 2020, la pandemia del COVID-19 y la aguda crisis económica. Explica que cientos de miles de personas se han desplazado en las últimas 72 horas, añadiéndose a las 110,000 que ya habían dejado sus hogares desde el 8 de octubre de 2023, cuando las hostilidades estallaron entre Israel y Hezbolá, después de los ataques perpetrados el día anterior por Hamás y otros grupos palestinos.

UNICEF ha señalado también que las infraestructuras civiles han sufrido serios daños esta semana. Entre ellas se encuentran las estaciones de bombeo de agua que UNICEF había construido o rehabilitado en el sur del país y en el valle de la Becá, lo que ha dejado a 30,000 personas sin acceso a agua potable. «El Líbano, que ya se encontraba al borde del precipicio, ha saltado de la crisis al desastre. El sufrimiento de los niños y las niñas debe parar», ha remarcado Beigbeder.

Un descenso inmediato de las agresiones es la única solución viable, dado que un conflicto ampliado tendría efectos desastrosos en los 1,3 millones de niños del país», señaló. La crisis, aclara, está escalando a «niveles alarmantes». En este escenario, la directora del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) en Líbano, Maureen Philippon, indicó que «el impacto de la crisis se está intensificando en el Líbano, llevando la crisis humanitaria a un estado de alerta». «Numerosas aldeas en el Líbano están prácticamente deshabitadas debido a la extensa devastación», relató. «Las familias están perplejas sobre qué hacer mientras Israel bombardea docenas de ciudades por primera vez. El respeto al derecho internacional es fundamental y las zonas civiles en Líbano e Israel no deben ser blanco de ataques. Un cese al fuego es imperativo ahora antes de que más vidas sean arruinadas», argumentó. Enfatizó que «alrededor de 75.000 personas están buscando refugio en centros colectivos, que suelen ser escuelas primarias y no están adecuadamente preparadas para estas cifras». Resaltó que estas instituciones «carecen de duchas o baños y dos o tres familias se ven obligadas a compartir la misma aula, a pesar de ser desconocidas, lo que les deja sin suficiente privacidad». «Ha pasado menos de una semana y la situación va a empeorar con el tiempo. La falta de privacidad dificulta que las familias puedan procesar el trauma que están viviendo y nuestro personal del NRC reporta muchos niños que requieren urgente apoyo psicológico», detalló Philippon. Añadió que «algunas personas se les niega la entrada a los refugios debido a la falta de espacio». «Muchas familias libanesas están acogiendo a las personas en necesidad, pero esto no es suficiente», concluyó.

Algunas familias que han tenido que abandonar sus hogares buscan protección en paradas de autobuses, vehículos o fuera de centros médicos, sin tener certeza de cuál será su próximo destino. «Ya son miles las personas que han buscado refugio al otro lado de la frontera, en Siria», señala Philippon. Deplora también el hecho de que «muchas familias emprendieron su huida sin llevar with them nada, no incluso medicamentos vitales o ropa de cambio». Destaca que la sociedad local está aportando un apoyo considerable y resalta el trabajo de sus equipos, conformados en gran medida por personas igualmente desplazadas, quienes están apoyando en la medida de lo posible. Resalta que es clave la entrega inmediata de ayudas económicas por parte de los donantes para «incrementar el apoyo a las familias que lo han perdido todo».

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