A lo largo de una sola noche, los Mossos han confiscado 131 armas cortopunzantes en varias localidades de Cataluña. Para enfrentar el incremento de delitos en los que se utilizan estas armas, especialmente después de la pandemia, la policía catalana inició la semana pasada un plan que se llevó a cabo durante las celebraciones de la Mercè en Barcelona.
Este plan contempla la intensificación de las inspecciones en lugares públicos como los alrededores de las instituciones educativas, el transporte público -metro y autobuses-, y lugares de esparcimiento, con el objetivo de interceptar estas armas. Según información proporcionada a EFE por fuentes de los Mossos, una nueva fase de este plan fue ejecutada la noche pasada, realizando controles en varias ciudades de Cataluña, incluyendo Barcelona, Lleida y Tarragona.
Se espera que estas acciones se inicien en Girona la noche del sábado. Durante estas operaciones, realizadas en diferente ciudades, se confiscaron 131 armas blancas -incluyendo cuchillos, navajas y bastones-, además de 21 herramientas consideradas peligrosas en los 256 servicios realizados como parte del plan. En Barcelona, datos provisionales de los Mossos indican que se confiscaron 39 armas cortopunzantes y se detuvo a trece personas. Estas acciones son llevadas a cabo en colaboración con las policías locales y agentes de seguridad.
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