Pedro está avanzando a pequeños pasos, tres hacia adelante y uno hacia atrás, esto es el ritmo de la legislatura actual, que inició luego del 23 de junio, en la cual el líder del gobierno eligió como socio para mantener la estabilidad nacional a alguien que solo desea quebrantarla, el caballero de Waterloo, quien está resentido por la amnistía que siente le fue mal otorgada.
En este escenario, Carles maneja a sus siete subordinados en el Congreso, controlando a un presidente que prefiere obedecer antes que perder su posicion. Carles Puigdemont dirige desde Waterloo a sus allegados en el Congreso mientras Sánchez persigue sus votos en un proceso que parece una agonía lenta.
