Laura Pérez, hija de María José Galera, fue alertada por una serie de exclamaciones de algunas fans que se habían congregado en las proximidades de la casa de Gran Hermano en Guadalix de la Sierra. «¡Laura, la ganadora!», gritaron inicialmente, lo cual elevó el espíritu de la joven que se hallaba nominada esa semana.
No obstante, terminó siendo la primera en ser expulsada esa noche, seguida por Nerea. Las declaraciones de las fans no se detuvieron allí. «¡Mantente alejada de Manu!», aconsejaron aunque Laura no les prestó mucha atención. «Elsa es falsa» fue la próxima afirmación que afectó a la participante.
«Me han llamado ‘Laura, la ganadora’ y un par de cosas más que prefiero no repetir», les reveló a sus compañeros en la cocina de la casa. Sin embargo, terminó compartiendo el contenido de esos comentarios con Manu, a quien dijo que le atraía. Laura le aseguró al joven que su comportamiento hacia él no cambiaría, aunque él sí cambió. «Ahora parece que le gusta más», señaló Lucía. «Ha sido por lo sucedido esta tarde, pero la gente no es tonta», sugería Maica, criticando a su colega. En el estudio, Fátima, madre del muchacho, lo defendió: «Él ha sido directo y le ha dicho que sólo quiere ser su amigo». Pero Patricia, la hermana de Laura, tenía una opinión distinta: «Está jugando con sus sentimientos al no cerrarle la puerta, a pesar de que ella ha expresado su atracción hacia él. No tiene decoro, es un sí, no»
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.