La Guardia Civil ha arrestado a un joven de 20 años acusado de robar la identidad de un doctor del Colegio de Médicos de Madrid con el objetivo de falsificar y vender recetas de medicamentos, principalmente toseína, a través de plataformas de redes sociales.
El individuo distribuía estas recetas fraudulentas en varias partes de España. Además, un total de 58 personas están siendo investigadas por los agentes por presuntamente comprar dichas recetas, que usaban para conseguir drogas psicotrópicas.
La investigación de la Guardia Civil comenzó en septiembre de 2023, tras la aparición de un padre en la localidad mallorquina de Capdepera, preocupado porque su hijo parecía estar bajo la influencia de alguna substancia ilícita.
Gracias a esta denuncia, los agentes descubrieron que el joven obtenía recetas fraudulentas a través de un perfil de Instagram. Este perfil almacenaba una oferta constante de medicamentos psicotrópicos y presentaba testimonios falsos de clientes satisfechos.
Las pesquisas revelaron que las recetas eran expedidas en nombre de un médico perteneciente al Colegio Oficial de Médicos de Madrid, cuya identidad había sido robada. Tras monitorizar el perfil y las tres cuentas bancarias vinculadas al sospechoso, observaron que después de recibir pago, este enviaba las recetas falsificadas por correo electrónico. Los clientes e investigados, posteriormente, imprimían y firmaban dichas recetas, usando las mismas para adquirir los medicamentos designados en farmacias.
La toseína, un jarabe para la tos que contiene alta cantidad de codeína derivada del opio, era uno de los productos más ‘prescritos’ por un individuo sospechoso. Aunque la codeína es menos potente que el opio, tiene propiedades sedantes y analgésicas. Algunos usuarios la combinaban con otras drogas o con alcohol, causando desde relajación hasta euforia, y provocando efectos secundarios como dilatación de las pupilas, dolores abdominales y pérdida de equilibrio. La Guardia Civil alerta sobre estos peligros. El supuesto autor de los delitos, un boliviano de 20 años, fue arrestado acusado de cometer un delito continuado de falsificación de documentos y otro de suplantación de identidad. Además, se investigó a 58 personas que, distribuidas en gran parte de España, habían contratado sus servicios fraudulentos. En estas investigaciones cooperaron los equipos arroba, expertos en cibercrimen, de Valladolid, Madrid, Pulpi (Almería) y Badía del Vallés (Barcelona).
