Pocas semanas antes de su deceso, Julián Muñoz concedió una entrevista a ¡De Viernes!, bajo la premisa de que su difusión se llevaría a cabo el día posterior a su muerte. Tal como estipuló, los televidentes tuvieron la oportunidad de ver en exclusiva las instantáneas del ex edil marbellí durante la noche del miércoles.
En su conversación con Santi Acosta, Muñoz reveló detalles de sus comienzos con Isabel Pantoja mientras aún estaba unido en matrimonio con Mayte Zaldívar -con quien, posteriormente, se casaría nuevamente-. Según detallaba Muñoz, siempre tuvo el deseo de contratar a Pantoja para actuar en la ciudad, pero su tarifa era elevada.
No obstante, logró ponerse en contacto con María Gallardo gracias a su secretaria. Expresó su interés en que Pantoja simbolizara a Marbella, para lo cual Gallardo solicitó su número de teléfono. Al principio, él la llamaba frecuentemente, y luego, todos los días. Así, se jactaba, sedujo a Pantoja vía telefónica. A pesar de numerosas dificultades, finalmente logró que Pantoja se convirtiera en la imagen de la ciudad al bautizar un avión con su nombre. En este punto, describió su primera experiencia sexual con la tonadillera: ocurrió en el Tívoli, donde ambos se quedaron solos después de que todo el mundo fuera echado. Muñoz relató esa noche como un «buen meneo» y la describió como «una tigresa». A raíz de aquello, mantuvieron un amorío en secreto durante un año. Pepi Valladares, amiga de Pantoja, describió en el plató que la relación era pura pasión e ilusión. Ambos llegaron incluso a considerar tener hijos juntos, pero nunca sucedió. Valladares citó el amor de Pantoja comparándolo con el que sintió por Paquirri, pero, lamentó que de algún modo, su amor tenía fechas de caducidad.