El impactante contratiempo que sacudió a la prensa neerlandesa recientemente se produjo cuando se filtraron intrigantes y desconocidas fotografías de Bárbara Rey y el emérito que datan de los años noventa. Las imágenes, que documentaban su cercana relación en ese entonces, se consideran una pieza clave en el lucrativo drama que se aproxima a un clímax explosivo.
Como mencionó Jameson, la posmodernidad es un periodo extremadamente complicado. Por lo tanto, podría resultar difícil comprender cómo es que la revista neerlandesa Privè logró publicar las inéditas y legendarias fotografías de Juan Carlos I y Bárbara Rey en un tierno momento de su étapa como más que amigos en los noventa.
Una explicación sencilla, aunque no completa, acerca de cómo se filtraron las imágenes podría ser que el vendedor de las mismas fue Ángel Cristo, hijo de Bárbara Rey, que fue entrevistado por la publicación neerlandesa. Considerando que la relación entre Ángel y su madre no atraviesa el mejor de los estados ante la prensa y que han sido protagonistas de acaloradas discusiones públicas, el argumento más lógico es que Ángel aprovechó la situación para sacar a la luz las fotografías de su madre.
Es verdad que no se deberían cometer tales acciones contra una madre, aunque Ángel podría justificarse alegando que siguió los pasos de su progenitora. Las fotografías que Bárbara Rey guardaba de ella con el rey fueron tomadas por Ángel durante su infancia bajo su supervisión. Ella las tenía guardadas para futuras eventualidades y, de toda la documentación que tenía de su relación con el rey, lo que aún permanece oculto sería el preciado vídeo íntimo entre el emérito y la vedette murciana. Si este material llegara a ser publicado en un futuro, tendríamos un explosivo desenlace a esta duradera saga sentimental que nos ha entretenido durante las últimas tres décadas.
Este contenido tenía un gran valor antes de su publicación, pero ahora que es conocido, su valor se ha disparado aún más.
Podría ser discutido hasta el cansancio si Ángel Cristo filtró las fotos solo o con ayuda. Pero en este negocio de los famosos, donde todo es posible y la figura de Bárbara Rey se agiganta, hay varios aspectos a considerar:
1) Siempre ha habido discrepancias en la familia Rey/Cristo. 2) Las relaciones familiares tumultuosas han sido una constante fuente de ganancias mediáticas (la ropa sucia se lava en público). 3) Hace un tiempo, la madre acusó a su hijo de robo (entre los artículos sustraídos, según Bárbara Rey, había información sesible sobre su relación con el Borbón). 4) Después de la reciente publicación de fotos privadas, la actriz le confesó a Vanitatis que estaba en shock.
Con toda esta información: saquen sus propias conclusiones (si se sienten valientes) sobre quién podría estar detrás de todo esto.
Pero ya que tratar de determinar cuándo una persona con información exclusiva está actuando y cuándo está hablando sinceramente puede llevar a una frustración sombría, es mejor enfocarse en otra cosa: lo importante aquí no es quién es el informante, sino el por qué ahora. Respuesta: porque ahora tienen la capacidad de hacerlo. Por dinero. Porque este material -ya sea publicado por la madre, el hijo o el espíritu santo- tenía anteriormente un valor mayor al ser inédito, y ahora su valor ha aumentado aún más al ser publicado.
La situación actual de las cosas.
Para dar un resumen crudo y directo: Bárbara Rey y el rey Juan Carlos I mantuvieron un romance esporádico durante los primeros años de la democracia. Sin embargo, el monarca decidió ponerle fin. La actriz no manejó bien el asunto y empezaron a circular rumores de que estaba en posesión de imágenes y vídeos comprometedores de su relación. Los servicios de inteligencia allanaron su vivienda en busca de dichas pruebas, sin lograr hallarlas todas, o, al menos, eso se cree. En respuesta, Bárbara creó un alboroto y amenazó con revelar todo. Incluso se apareció en el programa Tómbola con intenciones de airear todo. Pero antes de que fuera al aire, enigmáticos hombres de negro lograron convencerla para que guardara silencio. El Gobierno de Aznar, enfrentando el desorden dejado por esta situación, decidió establecer una solución a largo plazo que calmaría a la actriz. Así, le entregaron a Bárbara una suma considerable de dinero de un fondo confidencial y una pensión vitalicia a cambio de su silencio.
Sin embargo, el Estado decidió hacer tiempo atrás cesar los pagos a Bárbara por razones que aún no están claramente definidas, pero que están vinculadas al declive de Juan Carlos I, el cambio de poder en la corte, la retirada subsiguiente de protecciones y el incremento de críticas al monarca.
¿Qué ha transcurrido desde entonces? Las sugerencias vagas de la actriz durante las dos décadas anteriores se han transformado ahora en un documental y una serie de televisión (para Antena 3) en los que Bárbara ha sido clara sobre su relación con Juan Carlos I.
La segunda fase de este proceso para descubrir la verdad comenzó ayer en Holanda, con la publicación de fotografías íntimas de los años noventa. La tercera fase, como todos pueden imaginar, sería la difusión del vídeo sexual, un evento que supondría un hito sin precedentes en la historia de la monarquía borbónica si llegara a publicarse alguna vez.
Epílogo
Existen dos formas de evaluar este embrollo.
En primer lugar: es curioso que Juan Carlos I, posiblemente el Borbón más encantador que haya coqueteado con todos los que se acercaban a él -la lista de cortesanos con quienes ha jugueteado es tan extensa que se necesitarían páginas de un directorio para incluirlos a todos- haya sido, a final de cuentas, seducido por Bárbara. Algunos prefieren llamarlo extorsión, pero coquetear suena más agradable.
En segundo lugar: la familia de Bárbara Rey no dejará nada de Juan Carlos I, ya que de un pollo se aprovecha todo, ya sea por hambre, ya sea porque se quiere mantener un estilo de vida lujoso.
Finalmente, no podemos cerrar esta redacción sin traer a colación la memorable aparición de Ángel Cristo (padre de la persona que filtró la información) en Crónicas marciales en el año 2000. Al hablar de sus conflictos con su exesposa Bárbara Rey, Cristo exclamó con tono lastimero: «Si esta mujer ha sido capaz de extorsionar a uno de los hombres más poderosos de nuestro país, ¿Cómo no intentaría arruinar a un humilde hombre de circo como yo?».
Que el espectáculo no se detenga.
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