El mandatario ruso, Vladimir Putin, ha intensificado notablemente su discurso referente a las armas nucleares, afirmando que Rusia ponderaría el uso de este tipo de armamento si fuera agredida por cualquier país equipado con armas convencionales. Sus palabras se pronunciaron en una junta con el Consejo de Seguridad de Rusia, donde informó modificaciones en la doctrina nuclear del país.
Este reciente mensaje de Putin es un aviso a los países occidentales, particularmente en un momento donde Ucrania sigue pidiendo el permiso para emplear misiles de larga distancia, ofrecidos por naciones como Reino Unido y Estados Unidos, para atacar suelo ruso.
El líder ucraniano, Volodímir Zelenski, ha presionado durante varios meses por el uso de los misiles Storm Shadow británicos y los Atacms estadounidenses para impactar blancos rusos. Putin sostuvo que Rusia podría apelar a su arsenal nuclear si llega a recibir «judiciosa información» de que un vasto ataque, por medio de misiles, aeronaves o drones, se está planeando contra su territorio. Esta posición evidencia una rigidez creciente de la política rusa en cuanto al empleo de armas nucleares debido al conflicto con Ucrania. Durante su alocución, Putin fue claro al indicar que cualquier país nuclear que respaldase un ataque a Rusia sería considerado adversario, en una amenaza sutil a los miembros de la OTAN que están considerando si otorgar a Ucrania el uso de armas de larga distancia. “Vemos que la circunstancia militar y política contemporánea está cambiando de forma dinámica, por lo que tenemos que ajustarnos a ello, considerando nuevas fuentes de peligros y amenazas militares para Rusia y nuestros aliados”, declaró Putin, justificando los cambios en la doctrina nuclear. Desde Kiev, las respuestas no se hicieron esperar.
Andriy Yermak, quien funge como jefe de gabinete de Zelenski, descartó las afirmaciones hechas por Rusia, tachándolas como un intento sencillo de manipulación nuclear. Según Yermak, ya no quedan medios para que Rusia intimide al mundo, a excepción de la manipulación nuclear, la cual no ha dado resultados. Destaca el hecho de que diversoso sectores de la política exterior rusa han presionado a Putin para adoptar un enfoque más agresivo en términos nucleares, bajando la barrera para el uso de armas nucleares para intimidar a Occidente y disuadirlos de brindar soporte a Ucrania de manera más directa. La actual doctrina fue establecida por Putin en 2020, y el anuncio de recalibración en respuesta a la creciente tensión con Occidente parece ser reciente. Putin ha utilizado de manera constante la amenaza del arsenal nuclear desde los inicios de la invasión a gran escala de Ucrania, afirmando que Rusia usaría todos los medios necesarios para proteger su territorio. A pesar de que su retórica pareció moderarse en los meses siguientes, comentarios recientes sugieren que Moscú podría estar considerando nuevamente el uso de armas nucleares, una amenaza que no puede ser ignorada por Occidente. Este mes, Putin ya advirtió que si Occidente permitía a Ucrania usar armas de largo alcance, Rusia se vería forzada a tomar «decisiones apropiadas», sin especificar cuales serían.
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