Sánchez argumenta ante México que es «inadmisible e incomprensible» la exclusión del rey Felipe VI. Como líder del gobierno, asume la responsabilidad de responder personalmente, asegurando que no «podemos consentir» que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, no le haya extendido una invitación a su ceremonia de investidura.
Sánchez ha reaccionado ante la decisión de Sheinbaum, la presidenta electa de México, de no incluir al rey Felipe VI en su ceremonia de toma de posesión. Esto representa una anomalía en la relación bilateral, originada de la solicitud de su predecesor y mentor, Andrés Manuel López Obrador, quien solicitó por cartaal monarca un gesto de disculpa por la conquista española del país.
Sheinbaum ha excusado la exclusión de Felipe VI del evento oficial a la falta de una respuesta del rey a dicha petición. El gobierno, en señal de protesta, ya había anunciado previamente que no enviaría a ningún representante. Sin embargo, Sánchez ha hecho mayor hincapié en el descontento español y ha afirmado que la exclusión del rey es «inadmisible e inexcusable». «No podemos aceptarlo», añadió.
