Jorge Javier Vázquez alertó tanto a la audiencia como a los contendientes que ocultaban misterios, que el juego de doble cara de Gran Hermano estaba llegando a su fin. El presentador bromeó diciendo que «Nerea y Luis podrán expresar su amor sin restricciones».
Violeta, en el confesionario con Jorge, soltó una carcajada mientras decía: “Incluso olvidé mi propio nombre” refiriéndose a su juego con el nombre de Ainara. “Todo será revelado, excepto la existencia de una casa secreta”, especificó Vázquez, que es donde se alojaban los participantes eliminados.
Él reveló a los competidores de la casa principal que: «Hoy es un día crucial, ya que hay gente que ha estado diciendo mentiras». Luis y Nerea fueron los primeros en pararse. La casa se oscureció, quedando sólo algunas luces rojas, lo que llevó a los concursantes a creer que habría una eliminación. Sin embargo, el himno de la pareja, I Will Always Love You de Whitney Houston, comenzó a sonar. Ellos se besaron y su secreto fue revelado: estaban en una relación. En otro desarrollo, el anfitrión llamó a Ainara por su verdadero nombre, Violeta, desvelando así su identidad. Pero la diversión terminó cuando Lucía reveló su secreto: «Silvia no es mi compañera, sino mi hermana gemela y ambas somos de 25 años». Hizo la confesión entre lágrimas, ya que Silvia fue eliminada cuando Elsa destapó su secreto en el confesionario. “Hemos avisado que si alguien descubre su secreto, será eliminado”, dijo Jorge. «Uno de vosotros visitó el confesionario y descubrió la verdad», agregó, antes de sugerir que esta persona se diera a conocer. Elsa se congeló y no admitió que ella reveló la verdad.
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