Categorías: Crónica
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25 septiembre, 2024 6:52 am

La intentona de la regidora de Huesca por incrementar su salario en 12.500€ fue frenada por la oposición: «Es cierto, los ingresos de los políticos son insuficientes»

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En el período previo a la última reunión del consejo municipal, el Partido Popular decidió no seguir adelante con su propuesta de aumentar el salario de su regidora en un 25%, de 50.000 € a 62.500 €. La negativa total de los partidos de la oposición fue un factor clave.

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Aunque los expertos no consideran que la cifra sea desorbitada, la iniciativa de la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, fue frustrada antes de que pudiera comenzar. La oposición manifestó su rechazo a este acto justo antes de la reunión del consejo de este martes.

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Orduna argumentó que la propuesta buscaba dignificar su puesto y su labor, pero ningún partido excepto su propio partido, el PP, estaba dispuesto a apoyarla. Sin el apoyo de 12 de los 25 concejales, la aprobación de la medida era imposible.

Eventualmente, el Partido Popular decidió no discutir este punto en la agenda. El PSOE, el siguiente partido con más representación, declaró sus razones después de la reunión del consejo. Silvia Salazar, la portavoz socialista en el ayuntamiento, explicó en una rueda de prensa que su decisión de abstenerse se debe principalmente al momento en que se presentó la propuesta. «Estamos de acuerdo con la necesidad de valorar el trabajo de nuestros políticos», dijo Salazar, «pero éste era un acto que debería haberse realizado al comienzo del año político», cuando la alcaldía está organizándose y planeando su futuro funcionamiento.

«En un principio afirman que llegaron aquí para colaborar y no para recibir un aumento salarial. Sin embargo, 15 meses más tarde, de manera astuta, lo propusieron en un comité», criticó el representante socialista ante los medios noticiosos. Dependía de su voto si la propuesta se materializaba o no, ya que al final del día su decisión aún era incierta. Vox y Antonio Laborda, el edil sin adscripción que se distanció del grupo de Abascal en 2023, ya habían expresado su desacuerdo.

«Ante decisiones de notable peso como esta, buscan al PSOE para solucionar sus inconvenientes. Tenemos la capacidad de hacerlo, pero es indispensable que exista un consenso», afirmó Salazar, y lanzó otra indirecta a la alcaldesa: «Ahora tendrá complicado obtener algo de nosotros. Ella ha destruido cualquier posible alianza que pudiera existir entre nosotros». Hace siete días, Lorena Orduna comunicó que su equipo presentaría una denuncia contra varios miembros de una peña local, Alegría Laurentina. La funcionaria municipal sostuvo que estas personas la insultaron y le dijeron improperios «machistas» el pasado 10 de agosto, durante las fiestas de San Lorenzo.

Sus declaraciones también afectaron al PSOE, a quien acusó de «desviación de fondos» debido a ciertos subsidios que se concedieron al local Jai Alai, propiedad de dicha peña, durante su administración. Por ende, actualmente los socialistas se niegan a otros convenios con el PP, o al menos al que concierne al incremento salarial para la alcaldesa y otras autoridades municipales. La iniciativa bloqueada consistía en incrementar el salario de los concejales liberados (aquellos que cobran por su posición) y en incrementar la cantidad de ediles con dedicación plena.

Vox: «Está bien que se aprueben aumentos salariales, pero estos deben efectuarse desde el próximo mandato. De esta manera, podremos discernir si lo hacen por motivos personales o por el cargo»

Los dos concejales de Vox, quienes también optaron por la abstención, presentan sus propias objeciones. El portavoz municipal del partido, José Luis Rubió, le dice a El Confidencial que no se oponen a un aumento salarial, pero están de acuerdo con el PSOE en que la manera de implementarlo es problemática. «Creemos que los incrementos salariales deberían entrar en vigor a partir del mandato posterior a su aprobación», dictamina. Con esto, sugiere que cada político demostraría que está impulsando el aumento «no para su beneficio personal, sino para el del cargo político». «Consideramos que uno debería llegar a la política con su situación laboral resuelta», concluyen los seguidores de Santiago Abascal.

El alboroto provocó que la propuesta ni siquiera se plasmara en el pleno, como estaba planeado. Sin embargo, las críticas en contra de la alcaldesa y el reproche de la oposición reavivan un antiguo debate en España: ¿se les paga demasiado a nuestros políticos? Si tenemos en cuenta que el sueldo promedio de un trabajador español es aproximadamente de 26.000 euros al año, parece absurdo que alguien que ya gana el doble quiera recibir 12.500 más al año. Pero si comparamos este monto con lo que ganan otros ejecutivos del sector privado, la balanza no se inclina a favor de los cargos políticos. Eso es lo que subraya Verónica Crespo, oriunda de Aragón y doctora en Comunicación Política.

El Presidente gana menos que un director de banco.

Sorprendentemente, en España, los políticos ganan menos de lo que podría pensarse. Por ejemplo, el sueldo anual del presidente del Gobierno es de aproximadamente 90.000 euros, los ministros ganan alrededor de 80.000 euros en promedio. Pero al comparar estos sueldos con los de los líderes empresariales, la diferencia es notable: el presidente de BBVA gana 4 millones, el de Banco Santander 6,8 millones, y los salarios multimillonarios son comunes entre los ejecutivos del IBEX 35.

Este hecho no sugiere que los políticos estén en una situación precaria, pero sí indica que están sub remunerados en comparación con la importancia de sus puestos. Para algunos, esto puede desalentar la profesionalización de la política, ya que muchos directivos capaces podrían dudar en dejar sus empresas para ingresar en el ámbito público, en vista de que no ven un beneficio económico.

Sin embargo, hay una excepción en los secretarios de Estado. Aunque es difícil determinar por qué, los secretarios de Estado ganan más que los ministros a los que asisten, a pesar de ser en teoría el segundo en mando en un ministerio. Sus salarios raramente bajan de 100.000 euros al año, una cifra significativamente más alta que la de los ministros. La controversia continua, pero por ahora, no parece tener mucha trascendencia después de que el PP decidió no mover adelante con el aumento de salarios.

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