El antiguo edificio de la estación de tren de Ortigosa de Pestaño en Segovia, está amenazado de ser demolido, a pesar de los esfuerzos de los ciudadanos locales por mantener su legado cultural. Aunque fue abandonada en 1993, la estación, que se erigió a finales del siglo XIX, ha permanecido como un emblemático edificio para la comunidad local, evocando recuerdos y emociones en muchos.
Sin embargo, la estación está en peligro de ser desmantelada, tras la llegada de maquinaria pesada el 13 de septiembre. Los residentes locales se sienten inquietos por la aparente negligencia de las autoridades pertinentes y creen que es fundamental preservar el legado histórico de su comunidad.
Lamentan que su estación no haya tenido la misma fortuna que las de otras comunidades que han logrado restaurar y reutilizar sus edificios patrimoniales.
La estación de tren no sólo es simbólica por su arquitectura de ladrillo y piedra sino también porque su existencia dio lugar al desarrollo de un barrio y al florecimiento de industrias y negocios en sus alrededores. Era un punto clave de conexión y comercio entre Ortigosa de Pestaño, Segovia y Madrid, y tuvo su auge en el transporte de mercancías y pasajeros durante los años cuarenta y sesenta del siglo pasado.
Las alarmas comenzaron a sonar cuando María y Guadalupe Miguelsanz, durante un paseo cercano a la estación de tren, se toparon con grandes máquinas que presagiaban la próxima demolición de la vieja estación ferroviaria de su pueblo, un edificio que constituye parte de su memoria histórica.
«Formamos una agrupación para defender la estación y presentamos una petición para evitar la demolición, pero hasta ahora no contamos con más información. El municipio no mantiene ninguna comunicación con nosotros. Nos albergamos en la esperanza de lograr detener esto, pero el futuro es incierto,» comenta María Miguelsanz.
La oferta de compra ha venido de la mano de Miguelsanz, quien ha encabezado este esfuerzo comunitario que ha obtenido respuestas más allá de la provincia de Segovia. Jesús López, un segoviano de 73 años residiendo en Sevilla y trabajando como ingeniero aeronáutico, ha formalizado un pedido de compra del edificio después de enterarse de la situación.
En su intención está lograr la compra del edificio para reconvertirlo en un atractivo turístico, evitando de esta manera su desaparición. Propone dos alternativas: un alquiler por un periodo de 8 años (con opción a renovación por otros 8 años más) en el que el edificio deberá ser devuelto en condiciones habitables y a cambio de una renta mensual de 500 euros; o bien, la opción de comprar el edifico directamente por una suma de 10.000 euros.
La propuesta de López no se queda en la compra. También ha solicitado la anulación de la declaración de ruina que el Ayuntamiento de Ortigosa de Pestaño presentó en su momento, así como la licencia que Adif recibió para autorizar la demolición. Milagros Águeda, la alcaldesa del lugar, se ha negado a hacer declaraciones referentes al tema cuando fue consultada por nuestro periódico.
Miguelsanz y sus vecinos respaldan con entusiasmo el proyecto de su conterraneo sevillano, con la esperanza de que este inmueble no termine convertido en escombros. Vislumbran un futuro en el que disfrutan una Coca-Cola mientras observan el atardecer desde este lugar. Esta vecina se aferra emocionada a esta única oportunidad que se les presenta.
Hay otras estaciones que corren la misma suerte desafortunada. La estación en Ortigosa de Pestaño no es la única en riesgo de demolición. La estación en el municipio abulense de Mingorria sufrió una suerte similar al inicio del año, cuando las maquinarias llegaron a derribarla, a pesar del intento de la población local de detener su destrucción.
Hace pocos días, la antigua plataforma de carga de La Fuente de San Esteban en Salamanca también fue destruida. Más allá de nuestra región, estaciones como la de Sant Feliu de Llobregat, la estación Norte de San Sebastián y la estación de tren de Zarautz han sufrido el mismo destino. Todas ellas ahora forman parte de la Lista Negra de Hispania Nostra.
Esta edificación fue erigida a finales del siglo XIX y dejó de operar en 1993. A pesar del abandono, la estación de tren de Ortigosa de Pestaño sigue siendo un ícono emblemático para las personas locales que mantienen un fuerte sentido de conexión con su municipio.