La familia de Julián Muñoz optó por administrar sedantes al ex edil el lunes 23 en la tarde, debido al continuo y definitivo declive de su estado físico. A su lado estaban su esposa, Mayte Zaldívar, sus hijas, Elia y Eloísa, su nieto Fran, que, junto a su abuela, se ha desempeñado como vocero de la familia durante el declive de salud de Muñoz.
Fernando Marcos, pareja de Mayte durante 21 años y conviviente en completa armonía con ella y Julián, también estuvo presente en la habitación. Según los miembros de su familia, las últimas horas de Muñoz fueron de enorme angustia, sobre todo debido a los problemas que ya padecía.
Su esposa corroboró que en particular, las noches eran cada vez más difíciles y dolorosas para él. Fue decisión de la familia pedir a los médicos que sedaran al enfermo, quien murió horas más tarde luego de padecer un cáncer de pulmón y graves efectos secundarios. Mayte Zaldívar asumió la responsabilidad de informar minuto a minuto sobre su estado de salud. El estado de salud del político oscilaba entre mejoras y complicaciones, pero su vida se desvanecía a causa del cáncer diagnosticado años atrás. Esta enfermedad fue la razón por la que pudo salir de prisión en 2016 y pasar los últimos ocho años reconstruyendo su vida familiar.