A menos de un par de horas de la capital española, Madrid, existe un lugar micológico en aumento constante de popularidad para los entusiastas de la recolección de setas. Esta ubicación, abrumadora en diversidad y riqueza de especies durante el otoño, es un auténtico oasis para quienes se dedican a esta actividad.
Desde los codiciados níscalos a los valiosos boletus, y las finas colmenillas, los bosques de esta área brindan una exhibición natural digna de explorar. La Sierra Norte de Guadalajara es uno de los puntos claves para la recolección de setas, con énfasis en la zona de los Pueblos Negros.
Localidades como Cantalojas, Galve de Sorbe, Campillo de Ranas y Majaelrayo son famosas por la abundancia de setas silvestres y sus paisajes singularmente hermosos. Aquí, los recolectores pueden hallar el entorno perfecto para su actividad, al mismo tiempo que disfrutan de los paisajes y rutas que la sierra ofrece. Para asegurar una recolección sostenible y respetuosa, la Mancomunidad La Sierra ha implementado un sistema de permisos de recolección de setas. Estos permisos, personales e intransferibles, permiten la regulación y control de la actividad, para su correcto y sostenible desempeño. Se pueden adquirir en los ayuntamientos de los pueblos afiliados al proyecto, en tiendas locales que muestran el logo del proyecto, o en línea a través del sitio web de la Mancomunidad en www.sierraaltotajo.es. Hay varias categorías de permisos adaptadas a las necesidades de los recolectores: recreativo, comercial y científico. Los precios varían según el tipo y duración, con opciones para un día, fin de semana o toda la temporada, iniciando el 1 de septiembre hasta el 31 de agosto del año entrante.
Las licencias para visitantes turísticos tienen un precio de 5 euros diarios o 60 euros para toda la temporada, no obstante, los permisos para residentes y dueños de la propiedad son más económicos. Los recolectores tienen que cumplir a cabalidad con las pautas del permiso. La licencia y el DNI deben ir siempre juntos, y ser presentados ante las autoridades cuando se solicite. Además, el permiso consta de dos segmentos: una copia para el dueño y otra que debe situarse en el tablero del auto, promoviendo así el monitoreo y seguimiento de la actividad por la Mancomunidad. Los niños menores de 14 años están libres de cargos, pero deben tener su licencia correspondiente y estar siempre bajo vigilancia adulta. Es vital adherirse a estas normas para evitar multas y para salvaguardar este recurso natural. La Sierra Norte brinda una experiencia singular para los amantes de la recolección de hongos, mezclando el esplendor de su paisaje con la oportunidad de descubrir verdaderas delicias culinarias. En lugares como Orea, Peralejos de las Truchas o Checa, los turistas pueden deleitarse con la naturaleza y llevar a casa un verdadero gustazo. Gracias a la regulación establecida por la Mancomunidad La Sierra, esta práctica se lleva a cabo de manera sostenible, asegurando que las futuras generaciones puedan seguir apreciando esta magnífica tradición.
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