El incidente que involucró el ataque al autobús del Atlético de Madrid en Anoeta ha sido archivado, ya que no se pudo identificar a ningún culpable en dos años. Tanto la Ertzaintza como el juzgado y la fiscalía encontraron evidencia de actividad criminal en al menos una persona, pero la Audiencia Provincial decidió que las evidencias no eran suficientes.
Un colectivo de seguidores radicales de la Real Sociedad asaltó el autobús del Atleti a su llegada al estadio de Anoeta en San Sebastián en enero de 2022. El incidente fue captado por las cámaras de televisión, mostrando el bus dañado y rodeado por la multitud.
El Cholo Simeone, desde el frente del autobús, expresó su frustración con los policías de la Ertzaintza por no tomar acciones.
Durante la agresión al autobús, insultos, lanzamientos de objetos y golpes fueron las manifestaciones violentas llevadas a cabo por los seguidores txuriurdines, como se pudo ver en los videos grabados por los medios de comunicación. Con todas las imágenes disponibles, sólo se pudo identificar a una persona, pero los jueces concluyeron que no había evidencias de que esta persona hubiera estado involucrada en el disturbio. La resolución de la Audiencia Provincial de San Sebastián señala que «no existen pruebas para determinar que esta persona haya participado en ninguna acción en contra del autobús».
Según informes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, obtenidos por El Confidencial, se ha confirmado que el caso se ha cerrado y no hay otras acciones legales pendientes relacionadas con este caso. Entre los implicados, la única persona acusada por la Ertzaintza fue llevada ante el Cuarto Juzgado de Instrucción de San Sebastián. Este organismo judicial abrió una investigación por un supuesto delito de desorden público en mayo de 2023, pero esa decisión fue apelada por el acusado.
El acusado argumentó que todos los clubes de fútbol tienen permitido organizar encuentros para respaldar a su equipo, ya sea en el estadio o fuera de él, y esto no es un delito ni comporta sanción alguna. Recalcó que reuniones organizadas por personas sin identificar, sin evidencia de intención penalista, no deben resultar en la culpabilidad de individuos específicos si fanáticos causan daño.
A pesar de los argumentos del acusado, la corte y el fiscal creyeron que habían señales de delitos. La resolución judicial entiende que el propósito del encuentro era apoyar a los jugadores de la Real Sociedad, no atacar al autobús. Esta interpretación contradice la postura de la fiscalía que estaba a favor de juzgar al acusado. La resolución argumenta: «Se han realizado suficientes procedimientos de investigación para creer que hay evidencias de la participación del apelante en los disturbios bajo investigación».
El Tribunal de Instrucción número 4 de San Sebastián afirmó que este individuo «participó junto a una masa de gente que empezó a arrojar diversos objetos contundentes y golpeó el autobús, además de enfrentarse a los efectivos de la Ertzaintza, destacados en un operativo especial para ese día». «Concomitantemente, en la terraza del Bar Campus en avenida Isabel I, junto a otros sujetos no identificados, empezaron un altercado con seguidores del Atlético de Madrid arrojando el mobiliario de la terraza y generando una riña y un alboroto en el área».
En el informe de la Ertzaintza se señala que el 19 de enero de 2022 se apreció un desorden de personas portando bengalas y tarros de humo que obstruían la vía y entorpecían el tráfico del paseo de Zorroaga, ruta por la cual se suponía que debían transitar los autobuses de ambos equipos. La razón de dicha agrupación se atribuyó a una convocatoria de la agrupación Bultzada Txuriurdina en la red social Twitter para recibir a los jugadores del equipo local a su llegada al estadio.
Arrojaron «botellas y piedras»
«Las imágenes muestran que un sujeto con la bandera de Bultzada Txuriurdina golpea en repetidas ocasiones al autobús del equipo contrario. Con el avance del autobús obstruido, la multitud aprovechó para lanzar objetos como botellas, latas de cerveza, piedras, y propinar patadas y puñetazos», señala la policía autonómica vasca.
Pese a que un individuo fue identificado en relación con los altercados, el Tribunal Provincial sostiene que «no hay evidencia suficientemente sólida ni ningún elemento de prueba realmente relevante para afirmar con certeza que participó en el incidente. Su mera asociación con el grupo que organizó el encuentro (Bultzada Txuriurdina) o su participación en los acontecimientos ocurridos minutos antes en el bar Campus, no son suficientes para afirmar que formó parte del colectivo que atacó el autobús.»
Los seguidores más extremistas de los dos equipos han mantenido una rivalidad desde hace mucho tiempo, alimentada por diferencias políticas. Este conflicto alcanzó su punto máximo a finales de los noventa, cuando un seguidor radical del Atlético de Madrid asesinó a un hincha de la Real Sociedad llamado Aitor Zabaleta en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón. Algunos de los que se congregaron para atacar el autobús gritaron el nombre del difunto.
Un grupo de aficionados radicales de la Real Sociedad atacó el autobús del Atlético de Madrid a su llegada al estadio de Anoeta en San Sebastián. Esto ocurrió antes de un juego en enero de 2022. Las cámaras de televisión grabaron imágenes de la emboscada que terminó con el autobús dañado y atrapado entre la multitud, mientras que Cholo Simeone, desde el frente del autobús, criticaba acaloradamente a los oficiales de la Ertzaintza por su inacción. Sin embargo, según un informe que ha sido obtenido por El Confidencial, la justicia decidió archivar el incidente sin señalar a responsables, ya que no fue posible identificar a ninguna persona entre los cientos de jóvenes que participaron en el acto violento.