Isaac Herzog, el actual líder de Israel, ha refutado este domingo cualquier implicación de las autoridades en la detonación coordinada de una gran cantidad de aparatos de comunicación que eran usados por Hezbolá, la milicia chií de Líbano y Siria.
Este evento provocó más de 40 víctimas mortales y casi 3.000 heridos. De manera explícita, Herzog ha descartado cualquier vínculo entre Israel y el incidente. También ha señalado que Hezbolá «tiene bastantes adversarios», tras declaraciones del Gobierno libanés y del grupo señalando directamente a las autoridades israelíes como responsables, una acusación respaldada por referencias de fuentes oficiales de Estados Unidos en varios informes periodísticos.
«Existen numerosos enemigos de Hezbolá, abundantes en este momento. Hezbolá ha asfixiado Líbano, lo ha devastado, ha causado desorden contínuamente. Nosotros simplemente nos estamos protegiendo. Esto es todo lo que hacemos», expuso. Durante una entrevista en la cadena británica Sky News, Herzog puntualizó que Israel «no busca» un conflicto con Líbano, aunque insistió en que el país limítrofe ha sido «capturado» por Hezbolá y que las fuerzas militares israelíes «luchan por todo el mundo libre». Asimismo, admitió la posibilidad de que la situación «se agudice dramáticamente», en vista de la escalada de enfrentamientos con Hezbolá después de las explosiones mencionadas y el ataque aéreo del viernes en Beirut, la capital libanesa, que dejó un saldo de al menos 45 fallecidos. El aumento de las hostilidades entre Israel y Hezbolá – una organización respaldada por Irán con considerable influencia militar y política en Líbano – ha desatado temores sobre una posible expansión del conflicto en el Medio Oriente.
La semana pasada, en el marco de esta situación, el ejército israelí compartió con los Estados Unidos sus «estrategias operativas» referentes a Líbano. Entretanto, la representante especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, ha alertado que el Medio Oriente «está al filo de un desastre inminente». Josep Borrell, el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea (UE), ha mostrado su «inquietud intensa» ante «el aumento de la tensión en Líbano», e instó a realizar medidas para prevenir «un conflicto abierto».