Categorías: Crónica
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22 septiembre, 2024 9:07 am

Ejecuta el trabajo remoto desde un lugar troglodita oculto en la montaña: la vivienda cueva de las Islas Canarias, reconocida como Patrimonio de la Humanidad

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Hacer teletrabajo desde un entorno único, enclavado en la montaña, como la casa-cueva patrimonio de la humanidad en las Islas Canarias es una experiencia incomparable. Este insólito alojamiento turístico, localizado más allá de las playas de arena negra volcánica, ofrece a los intrépidos nómadas digitales una aventura a los orígenes canarios.

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Al igual que el Machu Picchu, esta casa-cueva se encuentra en Canarias, escondida entre montañas y con paisajes hacia el Océano Atlántico.

El microclima de las Islas Canarias permite a sus turistas y habitantes disfrutar de una primavera perpetua.

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Lleno de playas prístinas de arena negra y extensas playas de arena blanca, el archipiélago mantiene temperaturas entre 20 y 21.5 grados durante todo el año. Aunque durante la temporada de verano, el calor es menos agobiante que en otros lugares de España. Cuando las oleadas de aire cálido y seco del Sahara llegan a Tenerife o Las Palmas de Gran Canaria, es cuando los visitantes buscan refugio con aire acondicionado para hacer su estadía más confortable.

Hace décadas, este «privilegio» no estaba presente: solo la agudeza de los genios de la arquitectura lograba transformar las cuevas en hogares que funcionaban como un oasis enfriador incrustado en el patrimonio cultural de Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria, distinguidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2019.
Un sueño hecho realidad para el trabajo remoto.
Localizada en una región llena de acantilados florecientes y montañas pedregosas, esta zona ofrece una diversidad abundante donde sobresalen las formaciones volcánicas (las atracciones del turismo rural) visibles hasta el día de hoy. Las viviendas-cueva son espacios ceremoniales que se han vuelto un atractivo turístico para los nómadas digitales (viajeros que trabajan a su ritmo), que durante el periodo prehispánico también se prepararon para el almacenamiento de utensilios y como hogar familiar.
Las casas-cueva son el refugio estival óptimo, ya que su revestimiento permite mantener una temperatura ambiente más fresca en verano y cálida en invierno. La vivienda-cueva de Las Maguadas (disponible en Airbnb) se encuentra en Acusa Seca, en Artenara, el pueblo más alto de Gran Canaria, que con apenas 1000 residentes ofrece una experiencia única: pasar la noche en un sitio distinguido como Patrimonio Mundial de la Humanidad, rodeado de la naturaleza y alejado del ruido del mundo.
Este hospedaje, ubicado en una reserva protegida con restos arqueológicos, propone un panorama idílico para sus huéspedes, quienes podrán viajar al pasado, realizar caminatas e incluso trabajar remotamente, ya que dispone de wifi gratuita. Entre barrancos y rocas volcánicas, se erige un legado aborigen que también comprende los municipios de Tejeda, Gáldar y Agaete.

La casa-cueva Tara, situada en un hermoso entorno natural, puede albergar a tres individuos. Consta de un dormitorio que tiene dos camas individuales, una cocina, un baño, un sofá cama, un televisor, una cuna y hasta un piano. Desde uno de sus patios el espectador puede apreciar la imponente montaña con el Roque Nublo al fondo. Este alojamiento es un espacio ideal para artistas y músicos, ya que les permite dejar volar su imaginación mientras se deleitan con la exquisita belleza oculta de las Islas Canarias.

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