Una fascinante historia une a los Estados Unidos y Canadá: la de su frontera. Esta separación, que es la más extensa del mundo y divide las tierras de ambas naciones, es atípica, dado que no se representa mediante ninguna señalización física como vallas o cintas, sino a través de un claro en el bosque que determina a quién corresponde cada territorio.
Esta franja se despliega por 8.800 kilómetros de bosque, separando ambos países desde Maine hasta Alaska desde 1783, año en que concluyó la Guerra de Independencia y se establecieron los primeros límites en el Tratado de París, reforzados luego por el Tratado de Oregon en 1846 y el Tratado de Webster-Ashburton en 1842.
Desde entonces, es conocida como «el límite no demarcado más largo del mundo».
Lo que sorprende en esta historia es la manera en que decidieron asignar los territorios, teniendo en cuenta que se trataba de miles de kilómetros donde construir una estructura sería enormemente desafiante, por lo que decidieron emplear el ambiente natural. Se llevó a cabo «el corte», una banda despejada de seis metros de ancho eliminando la vegetación a lo largo de esos casi 9.000 km y colocando monumentos (cerca de 8.000) para marcar la «línea». Para mantener la frontera despejada, la Comisión Internacional de Fronteras se encarga de asegurar que no vuelvan a crecer árboles en la región, por lo que cada 5 a 15 años y a un costo anual de 50 centavos por habitante, se eliminan todos los indicios de crecimiento arbóreo.
Si bien en la ausencia de señalizaciones físicas parece que cualquier individuo podría cruzar la frontera fácilmente, los ciudadanos suelen pasar por los puntos de control oficiales. En las áreas de menor tránsito de personas, se ha implementado un discreto sistema de supervisión, haciendo de este un lugar no solo seguro, sino también pacífico.
Estos dos países han preservado a lo largo de los siglos la interacción simbólica e histórica de esta línea que los liga y aísla al mismo tiempo, transformando «el corte» en la frontera más extensa e intrigante del planeta.