Javier Bardem manifestó su decepción este sábado, alegando que los coordinadores de un evento le habían engañado. Bardem creía que asistiría a un tributo privado al director de cine Bigas Luna, pero terminó siendo una actividad publicitaria. Ante esta situación, el actor optó por abandonar el hotel María Cristina de San Sebastián donde se celebraba el evento.
«Esto es una trampa», declaró Bardem, visiblemente molesto ante la multitud de periodistas que esperaban su aparición junto a Penélope Cruz y Jordi Mollá, con quienes protagonizó la película Jamón, jamón (1992). Bardem fue el único de los tres actores que se presentó en el lugar, y aseveró que su asistencia fue «en honor a Bigas Luna y su legado», ya que «los deseos de Bigas siempre son bellos, por eso estoy aquí, pero esto no es lo que se nos había comunicado», indicó.
El actor accedió a posar junto a la hija de Bigas Luna, Betty, y Eduardo Donato, un criador de cerdos y amigo del director, que produce uno de los mejores jamones del mundo, según el director de Huevos de oro, antes de apresurarse a tomar un vuelo. De acuerdo con Betty Bigas, su padre expresó poco antes de morir el deseo de que los protagonistas de Jamón, Jamón, con quienes mantenía una relación excepcional, conocieran el auténtico ‘jamón, jamón’. Se esperaba que este evento, que tuvo lugar el sábado, fuera el clímax del Año Bigas Luna, celebrado en conmemoración del décimo aniversario de la muerte del cineasta.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.