Feijóo, líder del Partido Popular español, ha expresado su admiración por la política migratoria de Giorgia Meloni, primera ministra de Italia con inclinaciones hacia la ultraderecha y alineada con Vox. Ha manifestado que esta política ha funcionado en Italia, pero no en su país, España.
Feijóo ha llamado a crear una alianza europea para controlar la inmigración irregular, y planea visitar más países en las siguientes semanas. Durante una reunión con Meloni en Roma, se formalizó su relación, a pesar de que no hace mucho, una foto con la primera ministra italiana era algo prohibido en Génova debido a su asociación con Vox y la ultraderecha europea.
El cambio de actitud de Feijóo fue influenciado por Von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, quien había acordado trabajar con Fratelli d’Italia, el partido de Meloni, en mayo del año pasado. Además de la inmigración irregular, la conversación entre Feijóo y Meloni también incluyó la crisis en Venezuela y las «presiones» que el líder opositor Edmundo González enfrentó para abandonar el país.
En una conferencia de prensa posterior a su reunión con Meloni, Feijóo elogió el «modelo eficiente» de Meloni para reducir la inmigración ilegal, y señaló que las llegadas de inmigrantes irregulares a Italia habían disminuido un 60%, mientras que en España habían aumentado en la misma proporción. Feijóo reconoció que las políticas de Meloni han tenido éxito, pero en España no han funcionado de la misma manera.
Feijóo criticó al gobierno español por no abordar adecuadamente la crisis migratoria que principalmente afecta la frontera sur y destacó que la ruta canaria es la que experimenta la «mayor presión migratoria de toda la Unión Europea». Puntualizó la necesidad de formar una «alianza europea» contra la inmigración ilegal, y señaló la falta de una «política migratoria» en el liderazgo de Sánchez, quien no ha solicitado respaldo de Frontex para reforzar la vigilancia en las fronteras. Adicionalmente, el jefe del partido popular propuso dejar la «ideología» a un lado, argumentando que la situación migratoria debe ser un asunto «de Estado», libre de «estrategias y excusas».
