El Estudio sobre el impacto del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en la situación de pobreza de la comunidad gitana en España, realizado por la Fundación Secretariado Gitano (FSG), muestra que un 71% de los gitanos en España, a pesar de cumplir con los criterios para recibirlo, no tiene acceso al IMV.
Esta cifra es significativamente más alta que el 58% registrado para la sociedad en general. El estudio también señala que el IMV no está cumpliendo su propósito en su totalidad.
El informe sugiere que el IMV solo llega al 29% de la población gitana en situación de pobreza que cumple con los requisitos, en comparación con el 35% del total de personas en situación de exclusión social, según las cifras de AIREF de 2023.
Entre las dificultades que enfrentan los gitanos para acceder al IMV, destacan la insuficiente información, complicaciones con la documentación requerida, prolongados tiempos de tramitación y la brecha digital.
Además, el estudio muestra que el IMV ni reduce la prevalencia de la pobreza entre los gitanos, aunque reduce su intensidad, aportando más para superar la pobreza extrema que la severa. Sin embargo, no logra erradicar el riesgo de pobreza. Asimismo, el estudio critica que la estructura actual del IMV no garantiza la implementación de medidas que faciliten la incorporación laboral o el soporte social y educativo para las familias. Según el informe, el 82% de los receptores del IMV no han recibido ayuda para la búsqueda de empleo y solamente el 12% de las familias con niños han tenido acceso a apoyo educativo.
La titular del Ministerio de Inclusión ha señalado que se han conseguido progresos, sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. «La comunidad gitana continúa enfrentando retos significativos. Es por ello que es imprescindible prestar atención a los hallazgos de este estudio y redoblar las acciones para expandir la cobertura del IMV», ha destacado. Por otro lado, la Directora General de la Fundación Secretariado Gitano, Sara Giménez, ha expresado que «el IMV constituye una herramienta valiosa para la protección de los gitanos ante la pobreza, sin embargo, no está explotando todo su potencial». «Necesitamos que se ajuste más a las particularidades de las familias beneficiadas y que genere oportunidades para la inclusión social, educativa y laboral», ha agregado. De acuerdo a los datos del estudio, el 86% de la comunidad gitana se encuentra en situación de riesgo de pobreza, con un 67% en pobreza extrema y un 46% en pobreza absoluta. Asimismo, la tasa de pobreza infantil entre los gitanos alcanza el 89%.
