El Valencia atraviesa momentos críticos en la presente temporada. Su rendimiento en el campo ha sido decepcionante, obteniendo solo uno de los quince puntos disponibles y ocupando el último lugar en LaLiga. Sin embargo, los problemas del club valenciano también se extienden fuera del terreno de juego, con Rafa Mir enfrentando acusaciones de supuesto abuso sexual.
A pesar de esto, el Valencia intenta retomar la normalidad, cerrando el caso disciplinario contra el jugador tras el pago de una multa sustancial, informa Tribuna Deportiva. El proceso judicial contra Mir continúa, pero el club ha optado por delegar las decisiones relativas a su actuación profesional en las manos del entrenador Rubén Baraja, quien ha expresado su gran desilusión por el escándalo, que ha afectado la reputación de la institución valenciana.
En la elección de cómo gestionar esta situación y establecer un castigo apropiado, el Valencia se basó en el acuerdo entre la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y LaLiga. A raíz de ello, el club inició un periodo de exposición, que podría haberse prolongado para permitir las posibles objeciones de Rafa Mir, pero el jugador habría aceptado la multa sin pretender reducir o eludir la sanción, la más grande impuesta por el club en años recientes. Está en manos de Baraja decidir si Mir será readmitido en las convocatorias. Mir fue excluido del juego contra el Atlético de Madrid, y tras una semana entrenándose aparte del equipo, podría pasar otra semana en casa. Si no participa en el partido contra el Girona, y a menos que haya cambios inesperados en el aspecto legal del caso, Mir podría volver al campo el martes 24 de septiembre, cuando el Valencia recibe a Osasuna en Mestalla.
