Dentro de la mansión de Gran Hermano, los primeros vínculos emocionales comienzan a surgir y se manifiestan de varias formas. Hemos visto a varios dúos en profundas conversaciones intentando definir su relación y los sentimientos que están naciendo o muriendo.
Durante la tertulia del domingo pasado, dirigida por Ion Aramendi, las flamas del coqueteo brillaban entre Edi y Ainara (cuyo nombre real es Violeta). Ella admiraba los ojos impresionantes de él y él no se quedaba atrás, devolviendo el cumplido con un «Tú eres igualmente hermosa».
Entonces añadió «Y tú», volviendo el halago.
Edi, claramente desorientado por sus sentimientos hacia Ainara, prefería no saltar a conclusiones acerca de su relación con Diego. «Prefiero mantener la paciencia y esperar a estar completamente seguro antes de hacer algo», indicó.
Mientras tanto, Óscar reveló que Ruvens había capturado su interés. Óscar describió a Ruvens como un individuo culturalmente rico, interesante, hiperactivo y disléxico, acusando al equipo de casting de haber introducido esta tentación en su vida.
Sin embargo, los sentimientos no fueron recíprocos. Ruvens expresó su irritación hacia Óscar y su insistencia amorosa. Edi especuló que Óscar podría estar utilizando a Ruvens para su beneficio personal, opinión que fue apoyada por el catalán, quien se quejaba de la intensidad de Óscar.
Por último, se está gestando otro potencial romance, el de Adrián y Maica. A pesar de que Maica insiste en que Adrián no es su «tipo» de hombre, ha notado que sus sentimientos por él han crecido con el tiempo. Durante una conversación emocional, él admitió, «Solo quería tener una charla contigo», tras lo cual se confortaron con un abrazo.
Las conjeturas de Laura y Maite sobre los sentimientos de Vulcán hacia Elsa se añaden a la trama. Además, hay otro enigma: Merea y Luis, mejor conocido como Diego, que llevan juntos cuatro años, pero necesitan mantener su relación en secreto.
