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Este domingo, Europa procederá a la desintegración de un satélite histórico después de haber aportado 24 años de servicio. El proceso será visible para aquellos que se encuentren a bordo de un avión

La constelación formada por cuatro naves de la misión Cluster de la Agencia Espacial Europea (ESA) se dedica a estudiar las relaciones entre el Sol y la magnetosfera terrestre con un grado de detallismo nunca antes visto. Los satélites nombrados como Rumba, Salsa, Samba y Tango forman parte de este grupo, aunque cabe mencionar que uno de ellos está a punto de volver a entrar en la atmósfera terrestre.

Después de 24 años en servicio, el satélite Salsa se disolverá en la atmósfera este domingo 8 de septiembre, en un innovador experimento para controlar y supervisar el desecho espacial. Según señala la ESA, ‘esta es la primera vez que se realiza una ‘reentrada controlada’ de este tipo, un procedimiento que sobrepasa las normas internacionales comúnmente establecidas.’ Asimismo, aseguran que esta acción garantiza una ‘sostenibilidad prolongada’ con el fin de reducir la ‘generación de basura espacial en la medida de lo posible’.

Si no lo sabías, una reentrada controlada es un proceso que consiste en hacer movimientos en un satélite con meses o años de anticipación para dirigirlo hacia una zona geográfica específica, en la cual el satélite vuelve a entrar en la atmósfera en un momento preciso. Por consiguiente, la entrada de Salsa es la primera vez que la ESA ha organizado ‘la desintegración de un satélite con una órbita excéntrica en este sentido’. Sin embargo, la ESA no anticipa que partes significativas del satélite persistan luego de la reentrada, ya que la mayoría de los fragmentos se calcinarán aproximadamente a 80 km por encima del suelo terrestre, aunque es posible que algunas partes subsistan parcialmente debido a la alta fricción y fragmentación. ¿Dónde caerá el satélite Salsa de la ESA? El satélite Salsa tendrá su descenso final en una región deshabitada en el sur del océano Pacífico, comenzando desde una altura cercana a los 110 a 80 kilómetros.

Los especialistas están convencidos de que ningún trozo de Salsa caerá cerca de cualquier masa terrestre en esa sección del océano Pacífico. Sin embargo, admiten que aún carecen de suficiente información sobre el comportamiento de las naves espaciales durante su disolución al cruzar las capas inferiores de la atmósfera. Por lo tanto, planean monitorear el fenómeno con un avión que sobrevuela a gran altura. ¿Y qué hay del destino de los demás satélites de la misión Cluster? Se espera que los tres satélites restantes de la misión Cluster (Rumba, Samba y Tango), cuyas misiones se prevé concluyan en 2025 y 2026 con su ingreso a la atmósfera terrestre, contribuyan a la comprensión del problema de los desechos espaciales que se agrava con la creciente cantidad de objetos enviados a diversas órbitas.

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