Se prevén alrededor de cincuenta procesiones en Sevilla, el centro neurálgico de Andalucía, en el plazo de tres meses. Este amplio despliegue culminará con una magna que dará protagonismo a cuatro de las imágenes más emblemáticas de la ciudad. Aunque algunos consideran que esto es excesivo, los sevillanos encuentran una dificultad para pronunciar «exceso».
En un meme popular entre los cofrades de la ciudad, se optó por simplificar la palabra.
El meme presenta a un hombre con gafas, interpretando una queja atribuida a Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla.
Teruel ha argumentado en varias ocasiones que la Semana Santa en Sevilla es excesiva, una idea que ha empezado a resonar en la ciudad. Las más de 50 procesiones que se llevarán a cabo en los próximos meses están causando cierta consternación en un sector de la población de la ciudad. ¿Es esto realmente un exceso, como sugiere el meme?
Se cree en el Palacio Arzobispal de Sevilla que no existe tal desmesura, dado que es la autoridad religiosa la que aprueba las procesiones, y en tiempos recientes se ha mostrado bastante liberal al respecto. Incluso el Vaticano respalda la realización del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que se celebrará en la ciudad entre el 4 y 8 de diciembre. «El Pontífice Francisco nos solicitó específicamente mantener una estrecha relación con las hermandades y cofradías, valorando su contribución inmensa a la vida eclesiástica», declara José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, en el sitio web del congreso, evento que culminará con una grandiosa procesión sin precedentes en la capital andaluza. Junto a la Virgen de los Reyes, patrona de la región, y otras tres vírgenes provinciales, las cuatro principales devociones de la ciudad: la Esperanza Macarena, la Esperanza de Triana, Jesús del Gran Poder y el Cristo del Cachorro, recorrerán Sevilla.
La preparación para ese día será sin igual. Es el último domingo de un puente festivo que normalmente llena una ciudad ya inmersa en festividades navideñas. Esa noche se realiza el tradicional festival de tunas en honor al día de la Inmaculada y la liga ha programado un partido Betis-Barcelona en el Benito Villamarín. Sevilla se ha profesionalizado en coordinar eventos masivos, desde conciertos hasta ceremonias de premiación como los Grammy Latinos, e incluso finales de la Copa del Rey o la Europa League. Hace algún tiempo, la agrupación Sevilla Se Muere criticó duramente este enfoque hacia los eventos por la presión que ejercen sobre los servicios municipales cuando estos coinciden.
La realización de la magna procesión es una responsabilidad compartida entre el Consejo de Hermandades y Cofradías de la ciudad y el Ayuntamiento de Sevilla. Ya tuvieron una fuerte discrepancia en torno a la seguridad, ya que el ayuntamiento, bajo la dirección de José Luis Sanz del Partido Popular, forzó una modificación del itinerario original debido a potenciales riesgos de seguridad vinculados con la gran multitud esperada para este evento en la capital de Andalucía. Se aguarda la llegada de visitantes de toda España, con un cálculo de 500 autobuses, según informó el Diario de Sevilla. El recorrido se proyecta desde la catedral de Sevilla hacia el Paseo de Colón, bordeando el río Guadalquivir, hasta llegar al Puente de Triana.
La organización pondrá a prueba los recursos de la Policía Local de Sevilla, que ya enfrenta problemas de personal desde hace tiempo; así como el sistema de transporte público de la ciudad, que habitualmente está saturado durante la Semana Santa o la Feria, o los servicios de limpieza. Es un hecho que el 8 de diciembre será un desafío de gran magnitud, pero también deberá considerarse el constante tránsito de procesiones en las calles. Desde inicios de septiembre hasta fin de año, se sumarán a las procesiones convencionales de gloria, salidas extraordinarias como la que este fin de semana protagoniza la Piedad de la Hermandad del Baratillo por su coronación canónica.
Para finales del año 2024, se esperan diversas actividades religiosas en la ciudad, entre las que se incluyen dos salidas de la Virgen de la Estrella para celebrar el 25 aniversario de su coronación, y cinco de la Virgen del Amor de Pino Montano, en honor a los 25 años de su creación. Además, se realizará una visita a la Iglesia de la Anunciación por parte de la Hermandad de los Estudiantes para conmemorar su 450 aniversario fundacional, y la Virgen del Socorro se trasladará a la catedral como parte de los eventos del Congreso de Hermandades y Cofradías. Mientras que algunos se entusiasman con el calendario lleno de eventos, especialmente después de una Semana Santa lluviosa, hay cierta inquietud por el alto número de procesiones que se discuten en la comunidad local.
Según Daniel Marín Gutiérrez, investigador del Centro de Sociología y Políticas Locales de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, esta intensa actividad es algo nuevo, comparándolo con la anterior gestión del arzobispo Juan José Asenjo, el cual era más reservado respecto a autorizar numerosas procesiones extraordinarias. Sin embargo, Marín Gutiérrez destaca que a principios del siglo ya había una buena cantidad de ellas y sitúa la etapa más fructífera de la Semana Santa Sevillana entre finales de los años 70 e inicios de los 80. El experto considera que hay un crecimiento mediático inflado, fomentado por el uso generalizado de las redes sociales y de debates televisivos que surgieron hace aproximadamente dos décadas, con el inicio del programa radiográfico El Llamador de Canal Sur Radio.
«El Papa solicitó expresamente nuestra cercanía con las hermandades y cofradías, valorando enormemente su contribución a la vida eclesiástica», mencionó.
El sociólogo Marín Gutiérrez recuerda que todas las cofradías de la ciudad surgieron de las Misiones Populares de mediados del siglo XX. Menciona que el Silencio asistió al Anatómico Forense y el Cristo de la Buena Muerte de los Estudiantes estuvo presente en la caseta de Feria del club Labradores. Gutiérrez destaca una distinción entre «lo culto y lo popular» en la Semana Santa de Sevilla y menciona que durante la pandemia de covid se buscó «diferenciar» las cofradías de la celebración en sí. Sin embargo, el sociólogo sostiene que esto sería imposible, sosteniendo que en «la religión de los andaluces, desde un punto de vista sociológico, sin las cofradías, no hay Semana Santa». Además, señala que las acciones recientes del Papa Francisco se alinean con este punto de vista, resaltando la importancia de las cofradías dentro del catolicismo.
Gutiérrez sostiene que el catolicismo ha aceptado que ya no tiene una posición predominante. Asegura que el Papa ha dejado claro que la Iglesia «necesita reinsertarse en la sociedad» y «comprende que las cofradías pueden ser un medio para lograrlo». Según el sociólogo, esto representa un cambio de paradigma, dado que la relación de la Iglesia de Roma con la religiosidad popular ha sido «puntiaguda» y se ha argumentado su «purificación». «La Iglesia ha cambiado de dirección», asegura Gutiérrez, quien cree que este cambio pudo haber surgido inesperadamente para estas cofradías, que a pesar de hablar de excesos, sin duda participarán en muchas de las 50 procesiones que se realizarán en Sevilla en las siguientes semanas.
La noción de exceso parece desafiar la pronunciación de un sevillano que posee una tendencia a seseo. Por lo tanto, no es sorprendente que en uno de los memes difundidos entre los cofrades de Sevilla, hayan modificado la letra original por una versión más fácil. La imagen muestra a un hombre con anteojos articulando una frase que bien podría oírse en un bar cuyas paredes están cubiertas de imágenes de Cristos y Vírgenes, o en una conversación entre cofrades. Según el meme, esta frase le pertenece a Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla, condenando los excesos que él afirma en numerosas ocasiones que la Semana Santa sevillana presenta. Esta es una teoría que se ha hecho popular recientemente en la ciudad. En los próximos meses, se realizarán más de 50 procesiones, algo que molesta a parte de Sevilla. Como dice el meme, ¿Es esto simplemente otro «eseso” [sic]?