Las quejas por daños atribuibles a deficiencias en aceras y obras públicas en Madrid han tenido un incremento cercano al 30%. Según fuentes del ayuntamiento, no se ha identificado una razón específica para este aumento. Sin embargo, los residentes sí han podido señalar rápidamente las problemáticas en las calles, como huecos de árboles vacíos, mala pavimentación y obstáculos en el camino.
Jesús González, miembro de la Asociación de Vecinos de Puerta del Ángel, arguye que a veces caminar por las calles puede parecer un laberinto. Los habitantes de Madrid se topan habitualmente con calles que no están completamente pavimentadas, postes que alguna vez sostuvieron cables de luz y huecos vacíos de árboles mientras transitan sus barrios, según la organización vecinal.
Tales deficiencias han contribuido a hacer del 2023 un año récord en daños derivados de problemas en la pavimentación y obras públicas con un incremento del 29% respecto al 2022. El número de incidentes ha crecido de 840 a 1.091, de acuerdo con las estadísticas del ayuntamiento. Pese a esto, desde el ayuntamiento argumentan estar conscientes de la necesidad de intervención en algunas calles y sostienen que la actual gestión ha realizado un esfuerzo sin precedentes en esta área. La inversión en mejoras de accesibilidad y pavimentación desde 2019 asciende a 400 millones de euros, según datos municipales. Aun así, la realidad muestra que las quejas por daños por mal estado de aceras y carreteras continúan en ascenso año tras año. Desde el departamento de Obras y Equipamientos aseguran no haber una explicación concreta para el aumento de estas incidencias. Anteriores cifras sí presentaban justificación, por ejemplo en 2020 los daños disminuyeron debido al confinamiento y en 2021 crecieron a causa de la tormenta Filomena, pero para las estadísticas actuales aclaran no haber identificado razones particulares.
En el barrio Puerta del Ángel del distrito Latina, la gente señala múltiples problemas de infraestructura urbana. Denuncian que se encuentran con aceras más estrechas de lo que la legislación permite, áreas con dificultades de acceso debido a la presencia exclusiva de escaleras para llegar a ellas, y bolardos en medio de las vías que obstaculizan la movilidad a personas que utilizan andadores o que llevan coches de bebé. «Sólo cuando te encuentras en una situación complicada, como necesitar muletas o silla de ruedas, empiezas a darte cuenta de los problemas, hay mucho que corregir», afirma González.
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) respalda estas reclamaciones, enfocándose en las quejas sobre zonas con mal estado de conservación del asfalto y espacios destinados a árboles que permanecen vacíos. A pesar de haber comunicado estas preocupaciones al gobierno municipal, las asociaciones sostienen que no se han logrado «mejoras significativas». Desde el ayuntamiento, se argumenta que están al tanto de las necesidades de la comunidad, pero que es inviable corregir todos los problemas de una vez.
Hay una disputa respecto a la inversión pública en diferentes zonas de la ciudad, la FRAVM asegura que ciertos distritos están en peor estado que otros. «No es lo mismo Chamartín, Chamberí y Salamanca que, por ejemplo, Puente de Vallecas, Villaverde y Usera, estos últimos son los más descuidados», sostiene el encargado de urbanismo y vivienda de la organización. Es un hecho que la inversión en mantenimiento urbano por distrito (mejoramiento y mantenimiento de aceras y carreteras, renovación de pavimentos y mejoras de accesibilidad) no es la misma en toda la ciudad. En 2023, Moncloa-Aravaca lideró la inversión en mantenimiento urbano por residente, con un total de 8.3 millones de euros, equivalente a 68,5 euros por habitante del distrito.
Contrariamente, los sectores de Latina, Retiro, Ciudad Lineal y Carabanchel no llegaron a destinar individualmente 22 euros por individuo para el mantenimiento urbano. Por coincidencia o no, casi el diez por ciento de todas las solicitudes de mejora de aceras registradas en Madrid durante el 2023 se dieron en el distrito de Latina, que tiene el menor grado de inversión pública, según las cifras de la municipalidad. Un total de 215 solicitudes sitúan a esta región de la capital, hogar de más de 238.000 personas, al tope de la lista de peticiones de mejora. Le siguieron los distritos de Puente de Vallecas con 186 solicitudes y 237.000 habitantes, y Fuencarral-El Pardo con 153 peticiones y 248.000 vecinos. Jesús González afirma que, al menos en el barrio Puerta del Ángel, «es un desorden total y no se ha querido intervenir en este barrio para mejorarlo durante años. Hay muchas soluciones provisionales, pero ninguna visión global e integrada del barrio y, además, los reparos siempre se dirigen a las calles principales». Si bien las solicitudes de mejora se agrupan en Latina, los informes de desperfectos están totalmente controlados en la zona Centro, una de las áreas más bulliciosas del país. Turistas locales e internacionales llenan las principales avenidas de este distrito día y noche. Esto explica que sea el distrito con más alertas de carreteras (1.067) y aceras (3.302), pero solo cuenta con 73 solicitudes de mejora. Un caso similar ocurre en Arganzuela, que es el segundo en incidencias en aceras con 2.623 reclamos, pero solo tramitaron 56 mejoras de accesibilidad, convirtiéndose en este caso en el cuarto distrito con menos solicitudes de mejora. «Cuando te vas y ves otras ciudades y barrios, la realidad se revela. Nos hemos acostumbrados a muchas falencias y pensamos que es normal», concluye González.
Las mejoras urbanas implementadas por las autoridades pueden transformar sustancialmente la vida de los habitantes de una población. Un excelente ejemplo de esto es la introducción del Sistema de Estacionamiento Regulado (SER) en Puerta del Ángel. Jesús, un habitante del barrio, relata emocionado cómo este servicio mejoró la vida en su comunidad. «Ha sido crucial y sorprendente», exclama. El recuerda que antes de la implementación en 2022, las ambulancias a menudo no podían llegar a ciertas calles debido a que estaban llenas de autos parqueados en las aceras que bloqueaban el paso. «Nadie esperaba la zona SER, pero cuando llegó, marcó una gran diferencia», añade González.
Esta mejora evidente convive con otras dificultades en el barrio, relata Jesús González, integrante de la Asociación de Vecinos de Puerta del Ángel: «Ir a dar un paseo puede ser una verdadera carrera de obstáculos», dice. Se refiere a calles completamente pavimentadas sin aceras, postes antiguos que una vez sostuvieron cables eléctricos y alcorques sin árboles, los residentes de Madrid se enfrentan a estos obstáculos mientras se mueven por sus barrios, apuntan desde la asociación vecinal. Estos y otros inconvenientes han hecho que el 2023 se estabeleza como año récord en daños por problemas de pavimentación y trabajos de calle, con un aumento del 29% en comparación con 2022. Según los datos del ayuntamiento, las incidencias han aumentado de 840 a 1.091.
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