Félix Bolaños, funcionario clave de Sánchez en la administración, muestra su capacidad de gestión política enérgica tras encontrarse con el liderazgo del PNV para reenfocar sus promesas conjuntas y fortalecer su asociación en el Congreso, después de su reciente intercambio con el PP.
Este jueves, Bolaños se reunió con Andoni Ortuzar, líder del PNV, y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, en un restaurante en el corazón de la ciudad, según las fuentes de Sabin Etxea.
Este encuentro se lleva a cabo sólo un día después de la dura derrota política sufrida por el Gobierno de Sánchez, impulsada por el PNV, que apoyó la moción del PP para reconocer a Edmundo González Urrutia como Presidente electo de Venezuela.
Sin embargo, fuentes del liderazgo nacionalista aseguran que el encuentro había sido acordado desde julio y no está relacionado con las votaciones que tuvieron lugar esta semana en el Congreso.
El PNV subraya que su apoyo es consecuencia de una cuestión de principios con respecto al exilio venezolano, no alineándose con el PP. Desde Sabin Etxea se afirma, «No ha habido cambios. En relación a este PP, y mientras Vox continúe en la ecuación, no hay nada que hacer».
El diario informó hoy que el PNV no tiene planes de cambiar de aliado político. Actualmente, su conexión con el Partido Popular vive uno de los momentos más críticos desde la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy, con quien compartieron alianza parlamentaria en su última legislatura. Los portavoces del PNV han tenido varios enfrentamientos en estos tiempos y los nacionalistas han hecho esfuerzos por distanciarse del Partido Popular, incluso en la moción sobre Venezuela. El grupo vasco indica que «no ha habido ningún contacto», a pesar de que los populares afirmaron que hubo un intercambio, aunque informal. Este breve acercamiento tuvo lugar en medio de la sesión plenaria, según El Confidencial confirmó.
Contra lo que se ha especulado últimamente, los nacionalistas vascos son uno de los soportes más firmes del gobierno de Pedro Sánchez y esperan poder utilizar esta legislatura para lograr más autogobierno del País Vasco con un nuevo estatuto de autonomía que reconozca, al menos, la «realidad nacional» vasca.
El PNV y el PSOE firmaron un acuerdo de investidura en noviembre, en el que se incluyen varios compromisos como la transferencia de competencias pendientes previstas por el actual Estatuto de Gernika (1979), incluyendo la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social. Es una negociación que se ha prolongado por años pero se espera que se cumpla próximamente.
Próximamente, Pedro Sánchez y el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, sostendrán una reunión para reforzar esta alianza, que probablemente brinda la mayor estabilidad al PSOE, pues el PNV y el PSE gobiernan juntos en las principales instituciones vascas. Según el acuerdo firmado, este encuentro debe realizarse de manera semestral.
No obstante, los nacionalistas insisten en que son dos partidos diferentes y que, aparte de lo pactado en el acuerdo de investidura, continuarán votando de manera independiente en el Congreso, sin excluir la posibilidad de alinearse nuevamente con el PP y con Vox para desafiar al gobierno en ciertos temas, como ha ocurrido con Venezuela. Específicamente, el PNV se distanció en la última legislatura en dos votos esenciales para Sánchez, la ley de vivienda y la reforma laboral, que se aprobó por la mínima debido a un error de un diputado del PP.
Félix Bolaños ha retomado el ciclo político demostrando su característico hiperactivismo. Se reunió con la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, durante la sesión plenaria en el Congreso el día anterior, este jueves le tocó el turno del PNV. El Ministro de la Presidencia y mano derecha de Sánchez en Moncloa, se ha encontrado en un restaurante en el centro de la ciudad con el jefe de los nacionalistas, Andoni Ortuzar, y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, tal como ha informado El Confidencial y confirmaron desde Sabin Etxea.
