En la noche del miércoles, destacados políticos españoles se enfrentaron en el programa titulado «El rival más débil». Coincidiendo con el segundo episodio de la serie, este concurso fue conducido por Luján Argüelles y tenía un objetivo benéfico.
Después de eliminar a los otros seis participantes, entre ellos Cristina Cifuentes, Toni Cantó y Ramón Espinar, los finalistas fueron Susana Díaz y Víctor Gutiérrez.
Ambos, miembros del PSOE, se consideraban los mejores de los concursantes.
Lograron acumular un total de 7700 euros para donarlos a una de las dos ONGs que representaban. Sin embargo, la última prueba fue un fracaso. De las cinco preguntas formuladas a cada uno, solo Díaz, la política andaluza, pudo responder correctamente a una.
Gutiérrez admitió que le había disgustado perder.
«El premio se destinará a niños afectados por el síndrome de Angelman, ya que creo que todavía nos queda mucho por descubrir sobre las enfermedades raras, así que cualquier contribución que podamos hacer es bienvenida», afirmó Díaz al donar su premio.
Finalmente, quedó establecido que los políticos pueden llegar a un acuerdo entre ellos, siempre y cuando se encuentren fuera del Congreso y discutan sobre temas distintos. «Hemos coincidido como un grupo de personas con ideologías diferentes y hemos disfrutado», recordaba Víctor.