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Moreno está organizando una campaña con el objetivo de establecer «una alianza» en contra del cupo catalán buscando apoyo en la calle

Moreno está en marcha para crear una campaña que busca crear un frente unido en contra del beneficio catalán. Andalucía incrementa su protesta contra lo que consideran traición de María Jesús Montero, recordando que en 2018 la exconsejera andaluza instó a Montoro a implementar un nuevo sistema.

Su plan es forjar una coalición que incluye diferentes factores económicos, sociales, políticos, administrativos y académicos.

Juanma Moreno aspira a ser el «héroe» de la igualdad para todos, pero para lograrlo, requiere el respaldo de la sociedad civil que rompa con los argumentos habitualmente promovidos en las ruedas de prensa.

El histórico precedente de las multitudinarias manifestaciones que se llevaron a cabo en las capitales de las 8 provincias (y Barcelona) durante los inicios del proceso autonómico, es recordado por el presidente de Andalucía, aunque replicarlo puede ser complicado. En San Telmo, existe la creencia de que las cuestiones que afectan directamente al bolsillo son las que realmente agitan a la sociedad civil andaluza. Por ello, el gobierno andaluz se ha empeñado en «construir una alianza» que cause descontento entre la población en contra de los supuestos privilegios para Cataluña que se vislumbran en el acuerdo entre el PSC y ERC para nombrar a Salvador Illa como presidente.

El panorama en 2024 es totalmente diferente al de 1977, cuando tuvieron lugar las movilizaciones del 4 de diciembre (4D). Se contempla la posibilidad de que Andalucía sufra las consecuencias de la potencial separación de Cataluña del régimen compartido para adoptar un sistema más al estilo vasco o navarro, una preocupación que la Junta quiere poner al frente. Esta situación recuerda lo ocurrido hace casi medio siglo, cuando los protestantes exigían «amnistía, libertad y estatuto de autonomía». El impulso autonomista no era un reflejo de nacionalismo, sino la creencia de que ello era la solución al atraso histórico de Andalucía. En «La Murga de los currelantes», una canción de Carlos Cano compuesta en aquel año, este deseo se refleja claramente: «Se acabe el paro y haiga trabajo escuela gratis, medicina y hospital».

Dadas estas condiciones, es comprensible que Carolina España, consejera de Hacienda de Andalucía y nueva portavoz de la Junta, haya resaltado este martes las posibles repercusiones negativas en el sostenimiento de los servicios públicos. La política de Málaga ha citado un informe de Ángel de la Fuente, director de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), que predice que las áreas más afectadas serán las de menor ingreso. Por su parte, Moreno, en una entrevista con Carlos Alsina unas horas antes, recordó que son las comunidades autónomas las responsables de proporcionar esos servicios básicos. Estos son los puntos claves en la lucha del Gobierno andaluz contra el acuerdo catalán. En la sesión del Consejo de Gobierno de este martes, el gobierno regional aprobó una resolución para «emprender las acciones necesarias para la defensa de una financiación autonómica justa y suficiente dentro del marco constitucional».

En el marco de distintas acciones, una de las más destacadas es la búsqueda de una alianza para fortalecer la posición de Andalucía en su conflicto con el Gobierno central. Carolina España, al frente del respectivo departamento, preve mantener varias reuniones con actores económicos, sociales, políticos, administrativos y académicos. La finalidad es apoyar y facilitar la defensa social y, si es necesario, jurídica del consenso de 1978, además de promover el modelo de solidaridad y cohesión social. El pacto entre el PSC y ERC, aunque todavía falta claridad en su ejecución, representa una amenaza importante para los servicios públicos en España.

A través de esta estrategia, el Gobierno de Andalucía comienza a actuar en relación al acuerdo catalán, justo después de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía. Esta acción sigue a una serie de manifestaciones impuestas por Génova, que también han marcado presencia en Andalucía. El 4 de diciembre, Moreno formó parte de una protesta que buscaba establecer conexiones con los hechos del 4 de diciembre de 1977. Sin embargo, en San Telmo son conscientes de que los temas ligados a la economía y los recursos son más efectivos que los identitarios. Esta visión es compartida por el PSOE, y no es casualidad que las críticas a Sánchez tras el acuerdo con ERC hayan causado más conmoción que el acto de perdón a los condenados por el procés.

Además de la táctica que Moreno intenta usar para movilizar a la ciudadanía de Andalucía, cuenta con un truco adicional: apuntar a María Jesús Montero. Recordó durante la aprobación de un acuerdo el martes en el Consejo de Gobierno una carta de ella, cuando era jefa del Departamento de Hacienda, enviada a Cristóbal Montoro, ministro a cargo del tema en aquel entonces. La carta, fechada el 2 de abril de 2018, pedía la reforma del sistema de financiación autonómica. En dicha nota, recordaba a Montoro que el mismo año el Parlamento andaluz había aprobado un borrador para reformar el sistema de distribución de fondos entre las comunidades autónomas.

Según la carta de Montero, las propuestas eran «equilibradas» y buscaban aportar a una fórmula «justa y aceptable para todos». Ella sugería tomar estas propuestas en cuenta al diseñar el modelo en ese momento. Además, aprovechó para transmitir a Montoro su «preocupación» por la «demora» del proceso y lo instó a acelerar la presentación de la propuesta del Departamento de Hacienda. Un par de meses después, la ciudadana de Sevilla reemplazó a Montoro y desde entonces no ha logrado hacer lo que le pidió a su predecesor hace más de seis años.

El PP es consciente de esta debilidad de Montero, siendo una figura destacada del PSOE andaluz en Madrid. Por eso, Carolina España hizo mención múltiples veces de la «traición» de Montero por apoyar a Pedro Sánchez con su «locura separatista». La consejera de Hacienda de Andalucía disparó duramente contra «lo que algunos llaman el cupón», e incluso instó a los socialistas «que están en contra» del pacto a ser «valientes»: «Es el momento de parar esta injusticia».

Juanma Moreno aspira a ser el «héroe» del concepto del café para todos, aunque para alcanzar dicho objetivo, requiere la cooperación de la sociedad civil que se oponen a los discursos que se presentan cotidianamente en las ruedas de prensa. El líder andaluz recuerda el precedente histórico de las protestas masivas que se desarrollaron en las capitales de las 8 provincias (y Barcelona) durante los inicios de la autonomía, aunque replicar tal evento se considera un desafío. En San Telmo, se reconoce que son los temas económicos los que más enfadecen a la sociedad civil andaluza, y de ahí que el gobierno autonómico se haya puesto en marcha para «forjar una alianza» que pueda generar malestar callejero en relación a los posibles privilegios que Cataluña podría recibir de acuerdo con la alianza entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa como presidente.

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