El inicial careo para la presidencia entre la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris y el ex gobernante republicano, Donald Trump (2017-2021), marcó también el primer encuentro personal entre ambos. Aquí le presentamos los puntos clave de una noche que podría definir el resultado de las elecciones del día 5 de noviembre, donde los dos candidatos parecen tener las mismas chances de ganar de acuerdo a los sondeos, particularmente en los siete estados cruciales.
«Hola, me llamo Kamala» Una de las dudas antes del debate era si Harris y Trump estrecharían manos al saludarse. Al ingresar al recinto, Trump se dirigió directo a su púlpito, mientras Harris atravesaba el escenario y le extendió su mano.
«Hola, me presento, Kamala. Espero que tengamos un buen debate», expresó mientras estrechaban sus manos. «Encantado de encontrarte. Diviértete», contestó Trump. Comportamiento no verbal La discusión fue particularmente intensa y los candidatos optaron frecuentemente por mostrar su desacuerdo mediante gestos. Harris, sabiendo que la televisión suele presentar a los candidatos en pantallas divididas, articuló su cabeza en desacuerdo mientras Trump hablaba, así como levantaba sus cejas en gesto de sorpresa o fruncía su ceño como si estuviese intentando seguir la línea de sus argumentos. Por otro lado, Trump mostró sonrisas con tintes de mofa y en varias ocasiones no logró contenerse, continuando sus ataques incluso cuando los micrófonos estaban apagados, según informaron los pocos periodistas presentes en la sala. Venezuela potenciada Según Trump, si Harris logra la presidencia, Estados Unidos se convertiría en «una versión potenciada de Venezuela»: «Está arruinando al país», manifestó, refuerzando su crítica al ingreso ilegal al país y a la gestión de la frontera.
El antiguo líder frecuentemente señala a la gestión de Joe Biden por permitir la entrada a migrantes sin papeles a través de la frontera. Además, argumenta que ha permitido a naciones como Venezuela minimizar su crimen al «deshacerse» de ciertos individuos. En un asunto anterior, Trump había cuestionado la herencia étnica de su contrincante demócrata Harris, preguntándose si era de origen indio o africano. Sin embargo, este martes trató de distanciarse de esa controversia: «No podría importarme menos qué sea. Me parece bien lo que ella decida ser», justificando sus antiguas críticas alegando haber leído que Harris no era negra. Harris, de madre India y padre jamaicano, tildó de «tragedia» que un aspirante a la Casa Blanca utilice etnia para provocar la división entre estadounidenses. Trump, el expresidente, no pudo resistirse a repetir las falacias que usualmente utiliza para advertir a los ciudadanos sobre los demócratas y su administración: acusándolos de permitir tanto abortos hasta el noveno mes de embarazo como la ejecución de recién nacidos. Este martes, Trump reiteró una retórica racista difundida en su círculo, donde se acusa a los inmigrantes de comer perros y gatos de los residentes en zonas fronterizas, algo que las autoridades locales también han refutado. La fijación de Trump con la magnitud de sus multitudes es conocida. Le gusta jactarse del considerable número de personas que acuden a sus eventos. En 2017 se mostró obsesionado con la cobertura mediática de su investidura, proclamando engañosamente que había acudido más gente que en la de Barack Obama (2009-2021). Este martes, continuó con esa línea diciendo que sus mítines son «los más grandes y asombrosos de la historia política», mientras que Harris logró irritarlo al afirmar que la gente abandona esos encuentros por fatiga y hastío.
Harris, en su condición de propietaria de armas de fuego, aclaró que tanto ella como su socio de carrera política, Tim Walz, son dueños de armas. Su declaración podría ser atractiva para votantes independientes preocupados por las posibles restricciones demócratas a la tenencia de armas, un derecho respaldado por la Constitución estadounidense. Cuando Trump le atribuyó la intención de despojar a los ciudadanos de sus armas, Harris replicó: «Tim Walz y yo manejamos armas; no pretendemos desarmar a nadie, así que por favor deja de mentir constantemente sobre esto.» En su campaña para la candidatura presidencial demócrata en 2019, Harris ya había mencionado que poseía una arma para su defensa personal.
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