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Marisa Martín-Blázquez, una comunicadora reconocida, compartió una angustiante anécdota que experimentó con arrendatarios que no abonaron el alquiler de su vivienda durante más de dos años, convirtiéndose en casos de «ocupación ilegal». En su intervención en el programa Fiesta, detalló sobre los pesares que ha enfrentado debido a este inconveniente.

Martín-Blázquez relató cómo se originó el problema: «Alquilé mi casa y mis arrendatarios me informaron que estaban atravesando dificultades financieras y que habría demora en los pagos. Fui indulgente y llegamos a un compromiso», relata la pareja de Antonio Montero.

Sin embargo, lo que inicialmente clasificó como un contratiempo «excepcional», se convirtió en un desafío rutinario cuando sus inquilinos dejaron de cumplir con los pagos por dos años consecutivos: «Tuve que tramitar una orden de desalojo, que requiere abogados, y otros cargos», señala. Tras finalmente obtener el decreto judicial de desalojo, los arrendatarios abandonaron su vivienda justo antes de ser desalojados, para «evitar la humillación». «Dejaron la puerta abierta el día que la policía judicial iba a realizar el desalojo», cuenta Martín-Blázquez. «Al ingresar, no os podéis imaginar el estado en que la dejaron. Destruyeron absolutamente todo. Los espejos de los baños estaban rotos y la cocina era inaccesible. Tuve que contratar a un equipo de limpieza y de desinfección», añade. Más allá del perjuicio económico que implica los dos años sin alquileres, también tuvo que cubrir los costos legales y de reparaciones «para poder acondicionar el piso nuevamente». Pese a todo, Martín-Blázquez decidió volver a ofrecer su casa en alquiler.

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