El pollo es un tipo de carne altamente preferida a nivel mundial gracias a su flexibilidad culinaria, bajo contenido de grasa y costo accesible. Existen numerosas formas de prepararlo, pero surge la pregunta de cuánto tiempo puede mantenerse en la nevera, ya sea crudo o ya cocido.
Para el pollo crudo, es recomendable seguir las indicaciones de la fecha de vencimiento y desechar aquellos alimentos que estén vencidos. Sin embargo, es importante estar vigilante respecto a los indicios de que la carne se está descomponiendo. Signos como un color grisáceo o verdoso y un olor reminiscente al amoníaco son señales de alerta.
Si se tiene duda sobre el consumo oportuno del pollo, lo aconsejable es congelarlo y utilizarlo después; aunque su textura puede alterarse, su sabor se mantiene casi intacto hasta por seis meses.
En cuanto al pollo cocinado, su conservación se optimiza cuando se guarda en contenedores limpios y bien cerrados. Esta medida no detendrá totalmente el crecimiento de bacterias, pero sí lo reducirá considerablemente. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), alimentos como la ensalada de pollo, los nuggets, las hamburguesas de pollo y las sobras de pollo cocido (ya sea asado, salteado o frito) pueden conservarse de tres a cuatro días en la nevera si se han refrigerado rápidamente y cubierto correctamente. Alimentos como las salchichas de pollo y los embutidos totalmente cocinados pueden durar hasta dos días más gracias al alto contenido de sodio que ayuda en su conservación.
