Pedro Piqueras hizo su reaparición en Telecinco como parte del Babylon Show de Carlos Latre, marcando su último episodio antes de que se suspendiera la programación de jueves y viernes debido a la baja audiencia. La icónica figura de la televisión volvió a su antiguo hogar, donde trabajó por casi veinte años hasta su jubilación en diciembre pasado, después de una carrera que abarcó 35 años en la televisión y 51 años en el periodismo en general.
En una conversación que se inició tras ser presentado por Carlos Franganillo, Piqueras admitió que aunque se encuentra feliz en esta nueva fase de su vida, añora la compañía de las personas y la estructura que proporciona el trabajo. Cuando Latre le preguntó sobre qué noticia le había impactado más, Piqueras mencionó varias, pero subrayó especialmente una que le costó bastante dar.
El episodio más difícil para Piqueras fue el atentado que sufrieron Irene Villa y su madre el 17 de octubre de 1991. En aquel momento, Piqueras trabajaba para Televisión Española. Según recordó, poco después de un ataque a un militar, se colocó una bomba en el automóvil de Irene y su madre. Este hecho fue captado por las cámaras que ya estaban en el lugar debido al atentado anterior. El presentador confesó que esas imágenes eran las más horrendas que vistas hasta entonces.
Se generó un debate en la redacción acerca de emitir o no las impactantes imágenes. Piqueras era de la opinión de transmitirlas, considerando que mostrarían la dura realidad del terrorismo, esperando incluso que pudiera tener algún efecto disuasorio sobre los terroristas. Al final, decidieron emitirlas. El presentador creía que el público se quejaría, pero curiosamente eso no ocurrió.
Admitió además, haber conocido a Irene Villa, reconociendo la mínima amargura que mantiene del terrible incidente. Era solo una niña de 12 años cuando este suceso la llevó a perder ambas piernas y tres dedos de una mano. Su madre, por otro lado, perdió una pierna y un brazo.
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