Canarias, Hawái y Chile comparten un lazo estrecho con los cielos estrellados; son los lugares privilegiados para la observación de la galaxia. En la larga expanse que separa estas dos tierras distantes de 13.178,63 kilómetros, se encuentran numerosas similitudes.
Ambas regiones son islas de origen volcánico y destinos turísticos deseables con selectas condiciones climáticas durante todo el año. Además de esto, destacan por su rica cultura musical, aunque no idéntica, sí notablemente similar. Pero un rasgo fundamental que comparten es el cielo; ambos son los enclaves seleccionados a nivel global para la contemplación y la visibilidad de las maravillas del cosmos.
Canarias cuenta con una particularidad única: es el único lugar del mundo donde el cielo está protegido legalmente. En este lugar, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se estableció en 1975, tras el inicio en 1959 del Observatorio del Teide, situado en Tenerife a una altitud de 2.390 metros. Este último fue el hogar del primer telescopio en 1964, marcando el comienzo de una gran ampliación de este espacio natural. Para salvaguardar los cielos de las islas de mayor altitud, Tenerife y La Palma, en 1988 se promulgó una ley para proteger la calidad astronómica de los observatorios del IAC, conocida como la ley del cielo. Esta ley tiene como objetivo reducir cuatro tipos diferentes de contaminación: la luz, la radio, la atmosférica y la potencialmente causada por las rutas aéreas. Mientras tanto, Tenerife recibirá una antena de radioastronomía para intentar captar una animación del interior de un agujero negro.
Hace un par de meses, Valentín Martínez Pillet asumió la dirección del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Este astrofísico se especializó en física solar en el Instituto, antes de embarcarse en una estancia postdoctoral en los Estados Unidos. Desde 2013 hasta julio, tuvo el honor de ser el director del Observatorio Solar Nacional (NSO) en Estados Unidos, como parte de los Servicios Espaciales. Luego de liderar la construcción del telescopio solar más grande del planeta, el DKIST (Daniel K Inouye Solar Telescope) en Maui, Hawái, Martínez Pillet retorna a lo que describe como «su hogar».
El considera que los cielos de Canarias son altamente valorados fuera del archipiélago. Sin embargo, pregunta, ¿dónde está realmente la astrofísica hoy? Según él, la respuesta se encuentra en tres ubicaciones: Hawái, Chile y Canarias. Esto se debe a la altitud y la proximidad al mar de estos lugares. Aunque pueda parecer sorprendente, los archipiélagos de Hawái y Canarias, ambos volcánicos, presentan condiciones ideales para la observación astronómica. Esto se debe a la similitud de altitudes entre el pico más alto de Hawái, Mauna Kea, y el Teide en Tenerife. Sin embargo, este último, debido a su acentuada punta, no posee telescopio, a diferencia de Mauna Kea.
Además, Martínez Pillet señala un factor climático en las Islas Canarias: la calima, una densa niebla de polvo que puede entorpecer la observación astronómica. A pesar de que esto pueda dar lugar a confusión fuera del archipiélago, ya que si hay presencia de calima, la observación resulta imposible, el astrofísico sostiene que en términos de días perdidos para la astronomía solar, Canarias y Hawái son muy similares. Esto se debe a que mientras Canarias experimenta la calima, Hawái sufre de nevadas.
Situado a una altitud de 2.396 metros, el Observatorio del Roque de Los Muchachos en La Palma, el cual opera bajo el auspicio del IAC, está equipado con algunos de los telescopios más avanzados en el mundo entero. La Palma se destaca por su cuidado meticuloso en prevenir la contaminación lumínica, lo que se hace evidente en la falta de luz artificial dirigida hacia el cielo en la isla.
Martínez indica que la contaminación lumínica es, sin duda, un obstáculo importante en su labor, y establece una diferencia vital. En este sentido, menciona que «en Chile, donde se encuentra la mayor cantidad de observatorios a nivel global si consideramos todo su territorio, este es un problema considerable. De hecho, desean visitar las islas para aprender de la legislación y las medidas que se han implementado desde el comienzo en La Palma, tanto por parte de la población como de las instituciones».
Además, Martínez agradece a la sociedad palmera y en general, a la canaria, por «el compromiso que tienen de proteger aquellos momentos valiosos» que necesitan para realizar su trabajo. «Siempre estaremos agradecidos porque es un fenómeno único en el mundo y no hay otro lugar en el planeta con esta protección celestial. Hawaii ya lo está considerando y Chile desea implementar el modelo canario porque es enteramente una realidad en todo su territorio», concluye este alicantino que, con gran orgullo y bajo el cielo que con tanto empeño estudia, sueña con retirarse en Canarias, el lugar que le hizo crecer y al que regresó para contribuir con lo aprendido en el exterior.
Referente al agujero negro y la posición de las Islas Canarias.
Martínez explica que el IAC es un organismo encargado de la administración de observatorios. Sostiene una gran estima por un proyecto en curso, que prevé que estará totalmente operacional en el tiempo que durará su mandato de cinco años. Expresó su entusiasmo al comentar: «Planeamos implementar una antena de radioastronomía en el Observatorio del Teide. Esta tarea será titánica y la llevaremos a cabo en colaboración con la Universidad de Harvard, líderes en esta red de antenas. En este ámbito, hasta que el proyecto no está encendido y funcionando, no hay garantías».
Esta antena, que será parte de una red global y se centrará en los agujeros negros, viene a cubrir un vacío existente entre Chile y Alemania, aprovechando la posición estratégica de las Islas Canarias. Martínez añade: «Tenemos imágenes del centro de la Tierra, pero se está desarrollando un telescopio que cubre el tamaño del planeta para determinar si se respetan las leyes físicas o si existe una nueva física». Como un entusiasta de su campo, aclara que «la imagen que tenemos del Agujero Negro es estática, pero es en realidad un lugar dinámico. Ahí es a donde queremos llegar; a generar una animación del centro de la galaxia. Y Canarias tendrá un papel importante en esto».
El IAC ha estado trabajando en su apertura a los canarios y al público extranjero, promoviendo el astroturismo. Tanto el Observatorio del Teide como el del Roque de los Muchachos ofrecen jornadas de puertas abiertas, visitas guiadas y tours para pequeños grupos de forma gratuita. Los guías especializados, con profundo conocimiento sobre las medidas de seguridad y el respeto a las instalaciones, lideran estas experiencias.
El director del Instituto de Astrofísica de Canarias recalca que «nada es gratuito y quien piense así se equivoca», respecto al mantenimiento de los observatorios ubicados en áreas protegidas, es decir, parques nacionales. Martínez propugna por un modelo que fije precios accesibles, diferenciando entre residentes locales y foráneos, una práctica que, aunque no es novedosa, «es la única forma de garantizar la sostenibilidad a largo plazo y beneficiar al entorno donde se encuentran los observatorios».
Hay una separación de 13.178,63 kilómetros en línea recta entre Hawái y Canarias, pero estos lugares distantes comparten varias similitudes. Ambos son islas volcánicas, destinos turísticos paradisíacos, gozan de un clima favorable durante todo el año y poseen una cultura musical que, aunque no es exactamente igual, es comparable. Sin embargo, algo aún más profundo los une: el cielo. Hawái y Canarias han sido seleccionados a nivel internacional como los mejores lugares para contemplar la belleza del cosmos, su iluminación y la visibilidad de todos los astros.
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