Mientras los Knight disfrutaban de unas vacaciones en Turquía, recibieron la trágica noticia de que su gato, Ted, había perecido ahogándose en un estanque. El informe les llegó por medio de sus vecinos en Newby, North Yorkshire, Inglaterra, quienes descubrieron el cuerpo del felino y se lo notificaron mediante un vídeo.
Los Knight optaron por la cremación de su amado gato para no dejar dicha responsabilidad a sus vecinos, así que al regresar de su viaje, Ted ya había sido sepultado. Sin embargo, para asombro de la familia y del cuidador contratado para su otra mascota, Ted reapareció en casa días después, vivo y sano, según informó la BBC.
La señora Knight no podía creerlo, tuvo que confirmar la noticia a través de una videollamada en directo por FaceTime. Así, los Knight se dieron cuenta que habían incinerado a un gato equivocado. Vicki Crallan, del Crematorio Heavenly Pets, describió la extraordinaria situación como «agridulce», al pensar en otra familia que quizás esperaba el retorno de su mascota. Como comentó la señora Knight, el impacto emocional fue fuerte para toda la familia, ya que Ted era un querido integrante. «Desembolsé 130 libras para la cremación de un gato que no era nuestro», añadió. Aunque todavía tienen dificultades para asimilar que Ted está vivo, la familia Knight no ha logrado localizar al dueño del gato que incineraron. Suponen que podría ser un felino callejero, tal vez de alguna granja, pero se sienten «consolados» por haberle brindado un respetuoso adiós.