Al concluir el periodo estival, España se dispone a retomar sus actividades cotidianas y anticipa el preceptivo ajuste horario de 2024, en base al Real Decreto 236/2002. Sin embargo, antes de este ajuste discriminado, se prevé el equinoccio de otoño.
Esta transición estacional se manifestará el 22 de septiembre a las 14:44 horas, de acuerdo con el Instituto Geográfico Nacional. La llegada del otoño en el hemisferio norte se marca cuando «la Tierra transita el punto orbital desde el cual el centro solar traspasa el ecuador celeste en su trayectoria aparente hacia el sur».
Por consiguiente, el día y la noche tendrán una duración quase idéntica el 22 de septiembre. La transición desde el verano hacia el otoño puede ocurrir en cualquiera de cuatro fechas posibles, entre el 21 y el 24 de septiembre. ¿Cuándo se ajustará la hora? El día de este cambio varía anualmente. En 2024, será la madrugada del 27 de octubre. En esta noche, los relojes se retrasarán una hora, volviendo de las 3:00 a las 2:00, otorgándonos una hora adicional de descanso. De esta manera, las noches se tornarán más extensas y los días más breves. En octubre, con el retraso de los relojes, veremos cómo el anochecer llega más pronto, y este cambio perdurará hasta el 30 de marzo de 2025, cuando se adelantarán los relojes para dar comienzo al horario estival. Este ajuste se realiza dos veces al año, con el objetivo de maximizar la aprovechación de la luz diurna, especialmente durante los meses de otoño e invierno, cuando los días acortan. Este ajuste horario posee una larga historia.
Desde 1918, España ha estado modificando sus relojes en marzo y octubre, como un intento de optimizar el uso de energía y adaptar las actividades cotidianas a las horas de luz solar disponibles. Sin embargo, a pesar de ser una tradición de más de 100 años, siempre se abre un debate anual sobre la necesidad de su mantenimiento o si se debería abolir, una sugerencia apoyada por varias entidades europeas. No obstante, a pesar de las ideas europeas para abandonar este ajuste de dos veces al año, España seguirá implementándolo al menos hasta el 2026, mientras se siguen discutiendo sus beneficios y posibles repercusiones.