La Guardia Civil de Cantabria advierte sobre fraudes que ascienden a más de 20,000 euros en transacciones de artículos usados en internet. La estafa comienza cuando un individuo lista un artículo para la venta en un sitio web y recibe un falso mensaje de reserva para el artículo en cuestión.
A través de un comunicado, la Guardia Civil explica que los estafadores solicitan a los vendedores pagar la reserva a través de Bizum. Los estafadores solicitan al vendedor una suma alrededor de 500 euros, y debido a que el vendedor no se da cuenta de que es una solicitud de dinero, al aceptarla, de hecho están enviando ese monto al estafador.
Según la Guardia Civil, en algunos casos, esta solicitud de dinero se repite varias veces cuando el vendedor informa que no ha recibido el pago, y termina enviando el dinero nuevamente.
Un segundo engaño puede ocurrir en forma de una transferencia bancaria, cuando el vendedor se pone en contacto con el supuesto comprador para solicitar un reembolso. En esta etapa, el estafador engaña nuevamente a la víctima al proporcionar un número de cuenta bancaria y le indica que debe ingresarse el nombre del vendedor como beneficiario, con la excusa de que al figurar su nombre como beneficiario, reciba el dinero. Sin embargo, independientemente de quién figure como beneficiario, el dinero es enviado a la cuenta proporcionada por el estafador.
La Guardia Civil en Cantabria está advirtiendo a la gente sobre estafas realizadas a través de Bizum y transferencias a vendedores no comerciales durante la reservación de productos de segunda mano en línea que pueden llegar a los 20.000 euros.
– Fue subastado el Mercedes de un empleado bancario y subastador de arte que engañó a las personas por un total de 6 millones en Navarra, según informó Carlos Rodríguez.
– La Policía detuvo a al menos 15 individuos en Barcelona después de cometer 124 fraudes que superan los 197.000 euros, según informó Europa Press.
– La Guardia Civil también está alertando sobre una estafa reiterada cada verano conocida como «la estafa del instalador», como lo describió Roberto Ruiz Anderson.