El lipedema y el linfedema son dos trastornos de salud no bien conocidos que a menudo se confunden. En España, las mujeres son las más golpeadas por estas enfermedades y las repercusiones de un diagnóstico tardío. En términos sencillos, el lipedema se identifica por la excesiva acumulación de grasa, mientras que el linfedema se refiere a la acumulación abundante de líquido.
¿Pero cuáles son las posibles razones detrás de ellas?
El lipedema es una enfermedad en la que se deposita grasa en exceso en las extremidades, independientemente de la obesidad. Según el fisioterapeuta Francisco Millán, el lipedema se diagnostica insuficientemente en la actualidad.
De hecho, no fue hasta el año 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al lipedema como una enfermedad.
Aún no se entienden completamente las razones detrás de su aparición, pero se sugiere que factores como las alteraciones hormonales, la obesidad y el sedentarismo pueden desencadenarlo. A pesar de ser una enfermedad que despierta muchas preguntas en la comunidad médica.
Según varias investigaciones sobre el lipedema, los signos incluyen dolor y sensibilidad en las extremidades afectadas (principalmente las piernas), un incremento en su tamaño y una notable propensión a la equimosis – una mancha de color violeta que surge por el rompimiento de los vasos sanguíneos. Existiendo distintas etapas de gravedad en esta enfermedad, desde leves hasta severas.
¿Qué es el linfedema?
El linfedema es una condición que afecta las extremidades debido a un sistema linfático dañado o obstruido. Esta condición generalmente está asociada a tratamientos para varios tipos de cáncer. Según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas en España, «el 30% de las cerca de 11.000 mujeres españolas sometidas a una mastectomía cada año sufren linfedema posteriormente». Existen otros factores que pueden provocar linfedema, como las infecciones (por ejemplo, la filariasis linfática -una enfermedad tropical según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se puede transmitir mediante parásitos e inflamar ciertas partes del cuerpo) o después de una lesión o trauma. Los síntomas del linfedema son similares a los del lipedema, pero con una hinchazón aún mayor en la extremidad afectada, provocando un cambio drástico en la apariencia corporal del paciente. Además hay otros síntomas, como un sentimiento de pesadez, y la afectación en la autoestima esta enfermedad es bastante alta.
En cuanto a tratamientos para el lipedema y el linfedema, no se pueden curar, pero existen terapias que pueden mejorar la calidad de vida de las pacientes. En el caso del lipedema, una de las técnicas es la liposucción para disminuir la grasa acumulada, el dolor que genera esta enfermedad y retrasar su avance lo más posible, según explican algunos estudios.
El experto en fisioterapia, Francisco Millán, apunta que las medias compresivas son esenciales en la administración no quirúrgica del lipedema, favoreciendo la reducción de fibrosis y facilitando su eliminación. Estas medias también resultan útiles después de la cirugía, ayudando a controlar la inflamación que surge debido a la intervención.
En lo que respecta al linfedema, se puede optar por la terapia descongestiva compleja, aunque debe ser complementada con otros tratamientos. Según Mª Jesús Albaladejo Florín, una reputada médica rehabilitadora y miembro de la Junta Directiva de la SERMEF, la importancia de utilizar las mangas de compresión radica en su capacidad para prevenir el crecimiento del líquido linfático, controlando así el tamaño de la extremidad afectada y también protegiendo e integrando la piel.
Es crucial entender las diferencias entre el lipedema y el linfedema, al igual que reconocer sus síntomas y posibles causas. Este conocimiento permite iniciar el tratamiento de manera oportuna y de esa manera mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Referencias
– Manso, M. R., Hermida, E. C., Mourelle, R. M., Villaverde, S. O., Boga, R. M., & Barreiro, V. B. (2019). Aplicación de la terapia descongestiva compleja en etapas tempranas de linfedema post cáncer de mama. Fisioterapia, 41(1), 21-27.
– Pereira, N. (2021). Lipedema: Más allá de un problema de «piernas gruesas». Actualización en patofisiología, diagnóstico y procedimiento quirúrgico. Revista de cirugía, 73(3), 370-377.
El estudio realizado por Vaquero Ramiro, E., Gutiérrez Retortillo, M., Goiri Noguera, D., Morello Ostos, P. y Solera-Martínez, M. (2022) se centró en el diagnóstico y el tratamiento del lipedema en España, basado en los resultados de una encuesta online. La publicación apareció en la revista Rehabilitación, específicamente entre las páginas 108 y 115.
Por otro lado, anochece que Zambrano-Ferreira, J. A., Pérez-Fonseca, S. V., Caro-Becerra, A. C., González-Rocha, Y. F., Gelvez-Díaz, J. M., Rueda-Gutiérrez, J. A., y Mallarino, G. (2021), llevaron a cabo una investigación sobre linfedema. La particularidad de este estudio se basó en trazar un camino desde la fisiopatología hasta el tratamiento actual del linfedema. Este aporte fue publicado en la Medicas UIS, en el tercer volúmen, específicamente del 61 al 70.
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