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Un tesoro de la Bauhaus se sitúa en la vía Bravo Murillo

La emblemática edificación de Saneamientos Pereda, anteriormente conocida como Cine Europa, ubicada en el número 160 de la calle Bravo Murillo, se ha revalorizado gracias a la iniciativa de sus dueños de restaurar su fachada. Este edificio diseñado en 1928 por Gutiérrez Soto sigue los principios de la escuela de diseño Bauhaus y del estilo art decó, que fue popular entre las guerras.

Este edificio, que originalmente sirvió como cine, estuvo al borde de la ruina a finales de la década de 1940. En aquel momento, fue adquirido por Saneamientos Pereda para convertirse en su principal tienda en Madrid. El edificio había sufrido un gran deterioro, no sólo por el abandono, sino también debido a los oscuros eventos que habían ocurrido en sus instalaciones.

Durante la Guerra Civil, sus sótanos fueron utilizados por la policía secreta anarquista para la tortura, interrogatorios y ejecuciones.

El edificio estaba en mal estado y su fachada sufrió múltiples cambios a lo largo de los años, hasta el punto de volverse casi irreconocible. Ahora, gracias a la iniciativa de restauración, el edificio ha recuperado el gran esplendor que emanaba en su origen.

En el pasado y también en la actualidad, una placa del Colegio de Arquitectos señalaba y sigue señalando los logros inequívocos de Gutiérrez Soto. «El edificio es uno de los precursores de la disposición de salas de cine al estilo americano, y se destaca como una de las primeras muestras del racionalismo madrileño. Su fachada aerodinámica y pronunciada finaliza en la esquina que recuerda a la quilla de un barco. El diseño está fuertemente vinculado con el expresionismo berlinés, evidenciando una visión progresista en el momento de su construcción».

La integridad y apreciación patrimonial del edificio han influido en el esfuerzo de restaurar su aspecto exterior original, tal como lo imaginó Gutiérrez Soto hace cerca de cien años. Las mejoras son evidentes, en particular la marquesina de curvas suaves que equilibra la fachada, así como la mampara de acero que revela el plan original del Cine Europa.

Es cierto que el interior ha sido remodelado para albergar una tienda de materiales de fontanería, dificultando el reconocimiento del espacio que una vez ocupó la sala de cine. Sin embargo, se han conservado en perfecto estado las balconadas, balaustradas y barandillas, junto con los detalles más elegantes de estilo decó y los logros del diseño industrial.

Gutiérrez Soto había explorado las ciudades que eran calderos de las tendencias vanguardistas, tal como se evidencia en la refinada arquitectura de Callao y la notoria influencia de Erich Mendelsohn en la moderna casa de Saneamientos Pereda. Sin embargo, se puede apreciar la versatilidad de Gutiérrez Soto en otros edificios icónicos de Madrid, incluyendo la original sede de Galerías Preciados, actualmente ocupada por Fnac, y la majestuosa construcción del Ministerio del Aire. Aquí se puede distinguir la clara influencia de El Escorial y la adhesión a los principios franquistas. Gutiérrez Soto dejó de expresar su admiración por la Bauhaus para abrazar el desvarío de Speer, y exageró en su pomposidad en la entrada a Madrid, entre el ridículo Arco de Triunfo y el despropósito arquitectónico que es la Junta Municipal de Moncloa. Parece una conspiración urbanística, un ataque a los motoristas que entran por la A6. Sin embargo, se puede encontrar un respiro en el número 160 de Bravo Murillo.

Es apropiado tomar un momento, estacionar el automóvil o la bicicleta en Bravo Murillo 160, y apreciar el esplendor recobrado de la fachada de Saneamientos Pereda gracias a una excelente iniciativa de sus dueños.

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