Este lunes, el aeropuerto de Lanzarote tuvo que cerrar temporalmente debido a la pobre visibilidad causada por las desfavorables condiciones climáticas, según informó AENA. Desde el mediodía, la alerta amarilla estaba en efecto en las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria debido a la presencia de polvo en el aire en la provincia oriental.
Doce vuelos tuvieron que ser desviados, la mayoría de ellos hacia el aeropuerto de Fuerteventura. Entre los vuelos afectados había rutas interinsulares, nacionales e internacionales. Aunque en un principio los vuelos se vieron interrumpidos, a medida que avanzó la mañana fueron recuperándose y el aeropuerto de Lanzarote volvió a operar con normalidad.
De los doce vuelos desviados, diez fueron reubicados al aeropuerto de Fuerteventura y los dos restantes regresaron a sus aeropuertos de origen, que eran Tenerife Norte y Gran Canaria. Entre los vuelos desviados había vuelos que venían de Madrid, Leeds-Bradford, Birmingham, East Midland en el Reino Unido, Dublín en Irlanda, Sevilla, Bilbao, Tenerife Norte y Gran Canaria.
Por lo tanto, AENA recomendó a los pasajeros que tenían previsto volar a comprobar el estado de sus vuelos con su aerolínea.
AENA ha confirmado que el tráfico aéreo en el aeropuerto de Lanzarote tuvo que ser suspendido por varias horas el lunes debido a las deficientes condiciones climáticas, que resultaron en una visibilidad extremadamente reducida debido a la niebla intensa. Esto también implicó el redireccionamiento de numerosos vuelos.
