Las mujeres que no estamos en el campo de la salud muchas veces desconocíamos su existencia y nos se le ha dado la importancia necesaria cuando se ha mencionado. Pero últimamente, existe un creciente interés en el suelo pélvico, pues ser conscientes de él puede mejorar nuestra salud considerablemente.
Si no mantenemos su salud, alrededor del 50% de las mujeres sufrirán en algún momento de su vida de disfunciones del suelo pélvico, según datos provenientes de Intimina. Y es que este término se refiere a un conjunto de tejidos y músculos responsables de mantener en su lugar la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto, ¡ahora se entiende por qué es tan crucial! Con roles tan significativos como evitar la incontinencia urinaria, el dolor durante el sexo, y los prolapsos, ¿cómo podríamos no querer cuidar y reforzarlo?
Una manera eficaz de hacerlo es mediante los ejercicios de Kegel, que están diseñados para fortalecer la musculatura pélvica y son sencillos de aprender y realizar (¡incluso en el trabajo sin que nadie se dé cuenta!).
Sin embargo, la ayuda de profesionales como fisioterapeutas especializados o ginecólogos es esencial para realizarlos adecuadamente y sin riesgos. También, existen herramientas útiles para trabajar en las fases iniciales del suelo pélvico, como las bolas chinas, que son fáciles de utilizar en los primeros intentos, y ¡muy benéficas!
Por ejemplo, hacer los ejercicios de Kegel con ellas puestas puede acelerar la mejora del tono muscular en esta área tan crucial y a menudo olvidada, gracias a las vibraciones que generan. El peso también desempeña un rol vital; sin darnos cuenta, nuestra vagina ejercita la fuerza necesaria para retener las bolas, evitando la contracción de otras áreas del cuerpo que no son necesarias y que podrían resultar problemáticas. Para ello, los sets como el que destacamos incluyen bolas de diversos pesos que pueden ser intercambiadas y combinadas para poder avanzar en el fortalecimiento de esta zona.
Esto nos permitirá detectar más fácilmente cuándo se dan las contracciones, qué sentimos y, cómo nos sentimos durante las relajaciones. ¿No piensas que todos son beneficios?
Ahora bien, si comparamos este modelo de Enna con el mencionado anteriormente, notarás que no todas las bolas chinas son idénticas, y dado que nuestras necesidades y demandas también varían, ¡toma tu tiempo para escoger la que más te agrade! Ya sea por la forma, el tamaño, las funciones o los materiales; y, no olvides de consultarlo con los especialistas correspondientes, porque están disponibles para guiarnos en esta trayectoria que promete mejorar la salud de tu piso pélvico y la tuya, tanto física como emocionalmente.
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