La tensión militar persiste en la zona fronteriza de Kursk, que se encuentra parcialmente bajo control ucraniano. Moscú ha acusado a Kiev de estar planificando un ataque con «bombas sucias» a las plantas nucleares de Zaporiyia y Kursk, que ha sido rotundamente negado por Ucrania.
El comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el General Oleksandr Sirski, informó al presidente, Volodímir Zelenski, sobre el fortalecimiento de sus posiciones en Kursk y la extensión de la región estabilizada. Esta información fue compartida por Zelenski a través de su canal de Telegram.
Zelenski expresó su gratitud a las tropas ucranianas, que han capturado a soldados rusos, dando un paso adelante hacia la liberación de su propia población y militares retenidos por Rusia. Esto ha permitido ampliar el «fondo de intercambio» de prisioneros de guerra rusos.
Durante su operación en la región de Kursk, donde aproximadamente mil kilómetros cuadrados del territorio ruso se encuentran bajo control ucraniano, el ejército de Ucrania capturó a un mínimo de 102 soldados rusos el pasado jueves. Esto es el mayor número de prisioneros que Kiev ha reclamado en un solo día desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.
Rusia, sin embargo, minimizó el avance ucraniano en este «segundo frente», alegando que había repelido los ataques de tres brigadas de asalto enemigas que avanzaban «respaldadas por vehículos blindados hacia Kornéevo, Russkoye y Charkásskoye Poréchnoye».
El departamento de defensa ha indicado que la unidad militar Séver (Norte), apoyada por fuerzas aéreas y artillería, está realizando operaciones de búsqueda y eliminación de bandas enemigas que procuraban infiltrarse en territorio ruso hacia Alexéevski y Kauchuk en áreas boscosas.
No obstante, la situación para las fuerzas rusas podría complicarse tras la destrucción de un puente sobre el río Seim en el distrito Glushkovski por Ucrania, un punto crucial para el suministro de las tropas rusas y la evacuación de civiles.
Además, surgen denuncias de provocation con «bombas sucias». Estas acusaciones fueron realizadas por representantes militares rusos de la región ucraniana de Zaporiyia, que fue anexada por Rusia en 2022. Según los informes de interrogatorios a prisioneros ucranianos, Kiev estaría planeando atacar las centrales nucleares rusas con «bombas sucias».
El blogger militar ruso Marat Jairúlin se unió al clamor diciendo que los ucranianos podrían utilizar combustible nuclear usado y que «las cabezas nucleares para este ataque ya han sido trasladadas a la ciudad de Zhovti Vodi en la región de Dniepropetrovsk». El manifestó que hay una alta probabilidad de un ataque tanto a la planta nuclear de Kursk como a la de Zaporiyia.
Estos informes han generado alerta en Rusia, y más aún luego de la explosión de un dron cerca de la central nuclear de Zaporiyia, que las autoridades locales atribuyen a Kiev.
La central nuclear ucraniana, la más grande de su tipo en Europa y bajo control ruso, fue el objetivo de un ataque cuando una bomba fue lanzada por el ejército ucraniano en la carretera circundante a sus bloques energéticos. Esta vía es regularmente usada para el tránsito del personal. Asimismo, en una fecha anterior, el 11 de agosto, la planta fue agredida por un par de drones ucranianos que dañaron una de las torres de refrigeración.
En respuesta a estos incidente, Rusia ha estado jugando la carta de la amenaza nuclear. Alexéi Lijachov, líder de Rosatom, la agencia nuclear rusa, hizo un llamado de alerta al presidente del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, sobre el riesgo de ataques ucranianos a las plantas nucleares rusas. Lijachov enfatizó, durante una llamada telefónica con Rossi, que la situación ha empeorado y señaló que los indicios de los preparativos de esta provocación se han incrementado.
Lijachov recordó los sucesos en Zaporiyia y añadió que la planta nuclear de Kurchatov, ubicada en Kursk, es objeto de constante amenaza debido a la incursión ucraniana en esa región. El ministerio de defensa ruso respondió con determinación y prometió que ante cualquier ataque ucraniano a estas instalaciones tomará «medidas de carácter militar» de manera inmediata y firme.
Por otro lado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, negó categóricamente las acusaciones de Moscú, calificándolas como «una ola de insana propaganda rusa» y refutó oficialmente «ese falso reporte». Heorhii Tykhyi, portavoz de la diplomacia ucraniana, declaró en el Facebook que «Ucrania no tiene ni la intención, ni la capacidad de cometer tales acciones. Rusia debe cesar con la difusión de mentiras peligrosas».
Recordó que no es la primera ocasión en que Moscú señala a Kiev de planear atentados utilizando «bombas sucias». También mencionó que en 2022, se extendió una invitación al OIEA para visitar el territorio y esta institución negó completamente tales afirmaciones.